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Una y otra vez, la mayoría de los medios nos venden la idea de que si Feijóo no gana las elecciones, la alternativa es el caos, el Gobierno Frankenstein, el rojerío bolivariano filoetarra que destruirá la sagrada patria. Es decir, o el PP o la debacle, Feijóo o la nada. Pero vayamos por partes. En primer lugar, la alternativa a Feijóo existe y ha demostrado ser un Gobierno que ha gestionado la crisis de la pandemia y la inflación mucho mejor de lo que el propio PP gestionó las anteriores, impulsando medidas sociales que apoyan a los más débiles, promulgando leyes contra la violencia machista y la desmemoria democrática, y aprobando medidas económicas históricas, como la reforma laboral o la subida del salario mínimo, que han dado excelentes resultados en creación de empleo y disminución de la desigualdad económica, esa brecha provocada por las medidas neoliberales que defiende el PP que ha provocado que los ricos cada día tengan más y los pobres menos.

En segundo lugar, Europa tiene una larga experiencia de gobiernos de coalición que llevan años funcionando en muchos países demostrando que la democracia es precisamente eso: la capacidad de dialogar y negociar con otros para sacar proyectos adelante. Décadas de bipartidismo y de mayorías absolutas en largos periodos nos han hecho desconocer que la de los gobiernos de coalición es una realidad común y eficaz en democracia. Pero es que la propia premisa de Feijóo o coalición es absolutamente falsa.

Nuestro espectro político no da hoy mayorías absolutas a nadie por lo que, gane quien gane, tendrá que negociar apoyos de otras fuerzas que, con toda probabilidad, conducirán a un nuevo gobierno de coalición: o el de PSOE y Sumar, o el del PP con Vox. Esa es la realidad que nuestros medios callan: que el PP solo podrá gobernar, en caso de que gane las elecciones, con Vox, un partido de extrema derecha racista, xenófobo y negacionista que quiere llevarnos a la Edad Media. Basta con leer las declaraciones de sus representantes elegidos enorgulleciéndose de haber ganado la guerra, de ser herederos de los fascistas que la ganaron, de negar la realidad de la violencia machista ocultándola con el eufemismo de violencia doméstica, o negando la evidencia que todos estamos ya sufriendo del cambio climático. Así que no es Feijóo o la coalición de la izquierda, sino la coalición de la derecha con la extrema derecha o la de la izquierda. Así que no es Feijóo o el caos, sino el progreso y la justicia o Feijóo.