Miquel Serra03/06/23 0:30
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Francesc de Carreras, que fue profesor de Derecho Político en la Autònoma de Barcelona, me puso un 7 en un examen sobre la Revolución rusa. Poco después hice otro parcial con la misma temática para una asignatura de Periodismo. El profesor era Francesc Espinet. Cuando se publicaron las notas en los pasillos de la facultad vi que había sacado un 0. Pensé que en la Secretaría se habían olvidado de poner un 1 delante, así que fui muy confiado al despacho de Espinet.

-Creo que hay una equivocación en mi nota -le dije-.

-¿Cómo te llamas?

-Serra.

Debía esperarme. Se inclinó, abrió un cajón, sacó mi examen, lo puso sobre la mesa y me clavó la mirada.

-¡Ah,Serra...! ¿De dónde has sacado todo esto que escribes aquí?

-De las clases de Derecho.

-Pues vaya. ¿Y quién es tu profesor?

-Francesc de Carreras, y él me puso un notable.

-Pues aquí tienes un 0. Está todo mal.

Así se sencillo. Espantado, supe después que Espinet era de una corriente anarquista, y Carreras militaba en el comunista PSUC. Lo que para uno era blanco para otro era un negro sin matices. Fue una gran enseñanza de Periodismo, y también de la vida: puedes suspender con un 0 aunque sepas el temario y lo hagas muy bien. Pues algo así le ha pasado a Francina Armengol. Su gestión al frente del Govern, con todas las dificultades de la pandemia, fue notable. Pero quien puso las notas no se fijó para nada en eso, tenía otras ideas y quería dar una lección. A otro.