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La naturaleza dispone de numerosos dispositivos a fin de funcionar naturalmente, algunos todavía desconocidos y otros que explotan a la menor ocasión. Un mecanismo drástico, pero muy eficaz. La naturaleza es sabia, joder, pero nosotros no. Nosotros tenemos que inventar esos dispositivos, con o sin la ayuda de inteligencia artificial, que a su vez es el dispositivo definitivo, y de ella se espera que sea la madre del cordero. Y aun así nos harán falta engranajes para que el conjunto de dispositivos opere correctamente, y esa madre del cordero no se coma a todos los corderitos. En el engranaje, es decir, en el enlace, está la cuestión. Mi abuela, que tenía un melonar en Silla cerca de la Albufera, y vivió 105 años, no sabía nada de ingeniería pero llevaba los engranajes entre ceja y ceja. Cada vez que algo se estropeaba (un reloj, los fogones, la radio, un enchufe), o funcionaba mal, ella sabía por qué. «Eso será un engranaje que se ha descolocado, o se ha roto». Y si le decías que los enchufes no tienen engranajes, te miraba con desdén y aseguraba que todo tiene engranajes. «Lo que pasa es que hay engranajes que no lo parecen», explicaba, «pero igual tienen que engranar». Por supuesto, mi abuela tenía más razón que una santa, y ahora hasta los más tontos saben que sin un buen enlace y correcta transmisión entre dispositivos y componentes, no hay maquinaria que opere. Lo pienso cada vez que oigo hablar de la IA, el dispositivos definitivo, o de esa gilipollez del ChatGPT, que aún no habla pero hay que ver lo que está dando que hablar. ¿Y los engranajes qué?, me pregunto como si fuese mi propia abuela. ¿Cómo se engrana eso? ¿Con qué engranaje? No existen ruedecillas dentadas, reales o metafóricas, ni siquiera imaginarias, que permitan semejante conexión. A no ser que nosotros, los putos humanos, seamos esas ruedecillas. Los componentes (¡componentes!) del engranaje, como siempre. En cuyo caso, y eso lo sé por mi abuela, tal engranaje fallará muchísimo. Arruinando toda la instalación (¡instalación!). No estamos hechos para ningún tipo de inteligencia, ni siquiera artificial. Si ella no falla, fallará el sistema de transmisión. Los engranajes. Nosotros, en fin.