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Me encantan los mercadillos de Navidad. En Palma puedes encontrar muchos puestos donde se entremezclan los objetos más sorprendentes. Lo mejor es el efecto sorpresa que provocan, la emoción de abrir los ojos a los artesanos, personas creativas que te ofrecen el resultado de su esfuerzo y su imaginación. Sus productos son un desafío a la monotonía y el aburrimiento.
Todos los años recorro las casetas de La Rambla. Me paro a observar objetos, a charlar con algún conocido, a tomar un aperitivo en un bar cercano.

Subir a la plaza Major es volver a todas mis Navidades pasadas, hacer un recorrido atrás hacia los días en que comprábamos cajones de musgo para el Belén. Íbamos con mi padre, que siempre ha sido un artista de las manualidades y la creatividad. Tiempo después íbamos con mi hija, que era una niña, y mi marido.

El objetivo final era saludar a Carme, con su maravillosa sonrisa y sus abrazos con sabor de estar en casa. Sus pastorets nos deslumbraban y los coleccionábamos con pasión. También nos gustaban los de Andreu, otro gran maestro del fango y su cocción. Y los dimonis, que colecciono en los estantes de mi cocina, coloristas y provocadores.

Desde hace un tiempo disfrutábamos con las ofertas alternativas y originales del Rata Market, que este fin de semana abarrotaba con sus colores y alegría el Palau de Congressos. Hay tanta gente joven que se dedica a diseñar, inventar, y construir regalos especiales que es un placer descubrirlos. Nos dejamos atrapar por sus propuestas: velas oliendo a gloria, acuarelas hechas con gracia, postales bonitas, joyas de plata, ropa y comida. Es un mercadillo que huele a juventud y a entusiasmo, a ese celebrar Navidades rodeados de niños, risas, y abrazos.

Por último, visitamos el mercadillo de Santa Catarina, cerca de Inca, entre viñedos y calmas, con las creaciones preciosas de Rosario Estudio, de quien soy fiel cliente, artistas joyeros, juguetes, ostras y patés. Era un espacio de encanto y magia. Nos bebimos una copa de vino blanco mientras olíamos la Navidad asomándose en nuestros pensamientos.