TW
5

Muchos pensábamos que los conspiranoicos y los ultras eran un grupito residual de pirados nostálgicos que sueñan con alguna clase de utopía –o distopía, según se mire– en la que retornan los tiempos gloriosos de hace cien años, cuando el mundo era colonial y Europa lo dirigía con mano de hierro para extraer riquezas de cualquier rincón de la Tierra. Aquel paraíso racista y clasista que se fue a la mierda con las dos guerras mundiales, que transformaron el globo hasta llegar a hoy, un planeta global en el que vivimos todos juntos y bastante revueltos, cuyos polos de riqueza y poder se desplazan (peligrosamente, para algunos) hacia el Este. Pues resulta que no, que aquellos cuatro payasos disfrazados de cherokees y pioneros que intentaron tomar por asalto el Capitolio estadounidense el 6 de enero de 2021 han creado escuela. Y una muy siniestra, me temo. Acaban de desarticular en Alemania parte de un complot destinado a derrocar el régimen democrático actual para sustituirlo por quién sabe qué animaladas más propias de tiempos pasados, en los que la raza aria se creía superior. Todos los detenidos son alemanes de pura cepa, capitaneados por un aristócrata y varios militares. La crème de la crème. Y les ayudan, supuestamente, rusos.

La noticia se lee con el mismo interés que se ve una película de acción, pues contiene todos los elementos para crear emociones, con su puntito de terror. Solo que esto es la vida real. Y mientras la Alemania del siglo XXI se plantea reformar sus rígidas leyes de inmigración para cubrir con extracomunitarios los puestos de trabajo que no logra llenar, crecía una red de locos de extrema derecha deseosos de recuperar la Alemania racista y clasista que todos queremos olvidar.