Amedida que avanza inexorable el fin de la legislatura, se percibe con más claridad que el PSIB comienza a asimilar íntimamente que, salvo milagro, no continuará gobernando tras las elecciones de mayo próximo.
Armengol evidencia un deterioro muy apreciable y las tensiones con Més en todas las instituciones empeoran el pronóstico. Con socios como ellos, no hace falta oposición. Después de casi cuatro legislaturas de poder, la asignatura pendiente para los socialistas es la de hallar socios que no anden todo el día enfrascados en rabietas infantiles y que no bloqueen con su monólogo prohibicionista cualquier iniciativa. Més, lo hemos dicho hasta la saciedad analistas de todos los colores, no sirve para gobernar. Probablemente, ni de oposición.
No puede basarse la acción política en estar cuatro años quejándose y prohibiendo por doquier, hay que hacer algo. A estas alturas, al ciudadano medio le importa ya un bledo si el PP de Bauzá era calamitoso, porque lo que durante siete años nos ha ofrecido el Pacte no lo mejora ni un ápice.
Tierra quemada
16/09/22 3:59
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2 comentarios
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Els problemes que ha descrit són causa del capitalisme neoliberal desfermat que sofrim els residents d'una terra controlada pel turisme més depredador. Algú pensa que la dreta neolliberal canviarà i mirarà pels residents? Tot lo contrari, només volen més ciment.
Hem començat sa campanya electoral.