TW
0

En tiempos de la crisis económica y financiera, Artur Mas se desplazó a Madrid para pedirle a Rajoy una financiación más generosa. No tengo criterio sobre la importancia de estas cuestiones pero sí que el propio Mas hizo referencias a que pronto habría elecciones en Cataluña y que no convendría que estas se convirtieran en giro radical sobre los valores de las políticas moderadas que ambos representaban.

No se que le dijo Rajoy pero de financiación no entró ni un real.

Sumamente preocupado Mas cambió de estrategia y a principios de año electoral, pergeñó y lideró una estrategia basada «el Madrid nos mata « y que Cataluña viviría mejor si se separaba del resto del Estado. Sobre esta base era fundamental que este movimiento abarcara tanto a gentes de la derecha como de la izquierda y también que este impulso se vehiculara en el marco de la las elecciones autonómicas para que nadie pudiera alegar la limpieza del escrutinio.

El desastre, nunca digerido, es que el escrutinio fue un empate técnico e invalidante a los efectos deseados.

El drama es que desde entonces nada ha cambiado en lo esencial pero con los catalanes cada vez más cabreados y, peor aún, con los propios independentistas peleando cada vez más cabreados entre sí. Menudo desastre.