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Queridos compañeros heterosexuales que esperamos las celebraciones del Orgullo como agua de mayo. Somos legión. Hoy empiezan las celebraciones y nos vamos a acercar a curiosear allí donde haya música y un montón de tíos saludándose con besos en la mejilla. Estamos en la era del mestizaje y el Gay Pride ya no es de los gais, es de los heterocuriosos.

Según Google, un heterocurioso es una persona heterosexual dispuesta a tener relaciones homosexuales. A veces, puede ser un homosexual o bisexual que no acaba de salir del armario. Como la RAE no reconoce el término, yo amplío esa definición. Para mí, es un heterosexual al que le encanta rondar los ambientes LGTBI y se siente como uno más. El típico cliente fijo de la Demence. Revisen por ejemplo las fiestas de estos días y verán que somos mayoría. Por ello, yo reivindico también nuestro Día, la paz, el amor y la libertad.

La gran fiesta heterocuriosa de Palma es la del Bar Flexas del próximo viernes 8 de julio en el Parque del Mar. Una vez cada año este pequeño bar nos hace saber la gracia que tienen los mallorquines para organizar una fiesta. Hay actuaciones musicales gratis y encima no llueve como en Sant Sebastià. Este año se celebra el 18 aniversario y hay más ganas porque salimos de la pandemia. El festival empezará a las 20.30 horas y acabará como siempre de madrugada. Allí estaremos los heterocuriosos felices de celebrar el Orgullo con nuestros iguales.

Cada vez somos más. Las generaciones que vienen detrás vienen curtidas en la curiosidad. Han crecido con la liberación sexual y tienen algo que otros no tuvimos: la capacidad de elegir. Como profesor de jóvenes de 20 años, admiro el enorme respeto de estas nuevas generaciones hacia los derechos LGTBI. Jamás he visto en clase los agravios que eran costumbre en nuestras aulas de EGB. Ojalá hubiéramos llegado antes.

El otro día se produjo un gran avance en la visibilidad del colectivo. Los Reyes recibieron en palacio, con majestuosa curiosidad, al presidente de Luxemburgo, Xavier Bettel, y a su marido, el arquitecto belga Gauthier Destenay. Además, durante la cena, la pareja fue colocada al lado del dirigente húngaro, Víktor Orbán, conocido por no ser heterocurioso. Todavía hay 69 países que criminalizan la homosexualidad. España es de los más avanzados en libertades –fue el tercero del mundo en legalizar el matrimonio igualitario– pero todavía existe discriminación social. Es la gran condena del siglo XXI: que tu familia o amigos te rechacen por amar a tal o cual persona. Debemos acabar con eso para siempre. Hala, me voy a ver la serie de Locomía. Tengo curiosidad.