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Qué título más curioso, ¿verdad? ¿Alguien ha tomado alguna vez sopa de cabra? La verdad es que, lo que se dice tomar, comiendo o bebiendo, yo todavía no. En los caldos, tanto de mi infancia como los que consumo hoy en día junto con mi familia, la carne con los que se elaboran lleva ave (principalmente gallina), ternera y quizá algo de cordero. Pero el título tiene su explicación. En realidad quiero hablarles de uno de los grupos que más me ha impactado como oyente musical desde que consumo música. Empecé a interesarme por el grupo catalán Sopa de cabra allá por mis lindos 16 años (qué tiempos aquellos en los que creíamos que nos íbamos a comer el mundo). Recuerdo cómo nos impactó ese grupo.

En el instituto todo el mundo cantaba sus canciones. Uno de sus primeros trabajos fue el mítico álbum Ben endins, con el que se rompieron moldes, esquemas. Todos (o la inmensa mayoría) los jóvenes del instituto cantábamos sus canciones. ¡Qué tiempos aquellos! Tot queda igual, Bloquejats, Mai trobaràs, El boig de la ciutat, Cardíaco y acabado, Si et quedes amb mi, No tinguis pressa, L’estació de França, El sexo (que me hace feliz), L’Empordà, Quan et mous, Ninyin’s mine, Guerra, Roch’n’roll, Sota una estrella, No vull canviar de pell, El so de la llum, Fes la teva sort, Podré tornar enrera. ¡Qué álbum más especial! Fue un grupo que impactó y sigue impactando en la sociedad en general. Daba igual, y sigue dando igual, cual era o cual es tu lengua materna, si catalán o castellano. La calidad de esas letras, y la potencia de esos ritmos siguen siendo universales. Después vinieron muchos otros álbumes.

Unos con más éxito otros con menos éxito. Hay tantas canciones por destacar, aparte de las que están incluidas en Ben endins. Camins. El far del sud, Els teus somnis, Si et va bé, Plou i fa sol, La balada de balada de Dicky Deeming… Ayer justamente mi mujer puso algunas de sus canciones más relevantes y emblemáticas. Se me erizaron los pelos de todo el cuerpo. Me emocioné de nuevo. Y pensé, por un momento, que esas letras, escuchadas masivamente por millones de personas, podrían cambiar la inercia del mundo. Gracias Sopa de cabra por vuestro legado, musical, filosófico y espiritual.