Llevamos unas semanas leyendo la noticia del descontento de los vecinos del barrio de Santa Catalina. Yo creía que eran exageraciones de personas que despotrican de la marcha de los jóvenes. Y por ello me dirigí hacia el antiguo barrio de pescadores para comprobarlo por mi mismo. Llegué al mediodía, y aproveché la ocasión de reencontrarme con mi joven amigo Luis Gimeno, restaurador de viejos edificios del lugar y vendedor de pisos. Nos citamos en el restaurante La Tortillería, en pleno mercado cataliner, un lugar donde Jaume Vila hace las mejores tortillas de patatas con cebolla y patata confitada de Palma. Allí te puedes encontrar con un sin fin de turistas británicos o alemanes y hasta con colegas como Bernardo José Mora.
Ruidos en Santa Catalina
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