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No falla. No me ha sorprendido. Son comunistas y defenderán a los países que tengan, en teoría, su misma ideología que, a la práctica, la mayoría de las veces, se convierte en una dictadura bananera. Solo ese ciego seguidismo puede explicar que los de Podemos no entiendan que cualquier país que ponga a 120.000 soldados ante la frontera de un país vecino, creará tal alarma y tensión, que hará inevitable que ese país, si su gobierno no es imbécil, se prepare para una más que posible invasión… y todavía más sabiendo cómo es Putin ante el que cabe prepararse porque es capaz de cometer cualquier barbaridad.

Lo anoto porque este, de Podemos, ya se anexionó Crimea, y porque ambos partidos defienden dictaduras como las de Cuba y Venezuela. Lo que da vergüenza es que el PSOE, un partido ‘progresista’, con tal de estar en el poder, no vea el ridículo en el que cae estando en manos de Podemos… o puede que les dé igual y solo estén preocupados en seguir en el poder hasta consumir la legislatura. Y lo conseguirá porque ya ha demostrado lo que es capaz de vender y con quién es capaz de pactar para ello. Pero supongo que sabe que lo habrá conseguido usando esa absurda posibilidad de mentir que los políticos disfrutan en las campañas electorales, pero él vive tan tranquilo –son una casta, todos–.

Cada día se hace más evidente que estamos en una farsa llamada democracia. Claro, que a lo que yo escribo, tampoco lo puede subscribir el PP, ya que se ve venir que Casado, si se le hace necesario para poder llegar al poder, se aliará con Vox, los del otro extremo a Podemos, los que apoyarían dictaduras que fuesen de su color, y eso le obliga a ser prudente con las palabras. Alguien me dirá que estamos en una democracia de pactos, y que eso les obliga a… ceder en algunos puntos. Estoy de acuerdo pero, si eso es así, los electores deberíamos poder saber, antes de votar, con quién estará dispuesto a pactar nuestro partido para gobernar, y así nos podríamos hacer una idea de lo que nos puede esperar el día después de las elecciones o en qué puntos ese panfleto llamado Programa Electoral, será respetado… o hasta qué punto seremos respetados y no habremos votado una política –ideología– con la que no estamos de acuerdo.