Noviembre es un punto de inflexión que nos repite una serie de lecciones que nunca tenemos presentes. Un mes que empieza con el final de la temporada y con la festividad de Todos los Santos. Durante este fin de semana y el lunes hemos honrado de manera masiva a los que nos precedieron. Los cementerios, que deberían estar más presentes en nuestro día a día, se han engalanado y las floristerías, tras la hecatombe colectiva, también han podido hacer su agosto. Hace unos días, Miquel Segura me inquietaba al recordarme que en nuestra isla los siguientes, o inminentes, marginados serán los mallorquines (colectivo difícilmente definible). Creo que Mallorca, al no saber nunca quiénes son los suyos, tiene tendencia a ese arrinconamiento ya que de esta manera renueva su savia y permite que nadie pueda considerarse amo de este paraíso.
Noviembre, como siempre
Palma04/11/21 3:59
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1 comentario
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Per aquest motiu hem de desturistificar. Per no haver de servir als amos durant sis mesos i després passar pena d'arribar al maig, per tenir una feina digna, per justificar la formació, per tornar a tenir qualitat de vida basicament