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Por esta vez no vamos a hablar de España, ni de nuestros problemillas derivados del Gobierno de coalición que fue llamado Frankenstein , y aún mantiene al PP y derechas en general es estado de constante enajenación nerviosa. Porque para problemas gordos de verdad, y Gobierno Frankenstein realmente monstruoso, la quimérica coalición que al parecer desalojará por fin a Bibi Netanyahu del poder en Israel. Y decimos al parecer porque Bibi nunca se rinde, y tras calificar su democrática derrota de estafa del siglo, fraude y traición a los electores (como Trump , como el PP aquí), quién sabe qué urdirá antes de que esta semana se proclame el nuevo y quimérico Gobierno. Formado por ocho grupos opositores reñidos entre sí, y que sólo coinciden en su aborrecimiento a Netanyahu, en el cargo desde 2009 y con varios procesos por corrupción.

Un Gobierno alternativo, pero como la alternativa es una quimera con aspecto de cabeza de ajo deforme, o de monstruo mitológico dotado de cuerpo de cabra, cola de dragón y cabezas de león y macho cabrío, a cuyo lado las coaliciones del presidente Sánchez son como un grupo de niños jugando al corro de la patata, pues eso es lo que después de cuatro elecciones tienen en Israel. Netanyahu, todavía primer ministro en funciones, ya masacró Gaza como acostumbra para afianzar su posición, pues ni así. El centrista laico Yair Lapid ha logrado pactar con Neftalí Bennett, ultranacionalista, religiosos ortodoxo, exmilitar y millonario, así como con media docena más de grupos heterogéneos, incluyendo por primer a vez en la historia a la minoría árabe.

A fin de sacarlo a empellones del poder, decíamos. Hay que detestar mucho a alguien para que se produzca un fenómeno así. Que equivale más o menos a que en España pactase un Gobierno de coalición el PP, Vox, Podemos, la CUP, ERC y hasta Bildu para redondear cifras. Conque figúrense si el fenómeno es quimérico; eso sí que es un Frankenstein de verdad. ¿Y cómo se logra tal portento imposible? Por medio del aborrecimiento extremo, que es el mejor pegamento del mundo, capaz de unir sólidamente las cosas más contrarias y distantes en una tirria común. Parece que Bibi, además de a los palestinos, también ha unido una mayoría de judíos contra él. Inverosímil gesta, quimérica hazaña la suya. Bíblica.