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El bosque de Son Muntaner es una conquista de los vecinos del barrio de Son Rapinya. Fue organizada por la Asociación de Vecinos con el apoyo de la Federación de AAVV de Palma y otras entidades vecinales. Juntos han evitado su urbanización para convertirlo en espacio público, al servicio de la ciudad. Según el PGOU, en él «se permiten exclusivamente los usos públicos, con carácter de esparcimiento y la práctica deportiva al aire libre». Toda la zona está siendo muy valorada y utilizada, especialmente durante la pandemia.

Uno de los accesos al bosque es la calle 501, sin salida para vehículos, cortada después de un corto tramo y prolongada solo como senda peatonal entre el bosque de Son Muntaner y el talud que lo separa de la zona antigua del barrio, en la que se están construyendo algunas viviendas unifamiliares. Sin embargo, el Ayuntamiento de Palma ha concedido permiso a varias de esas construcciones para que puedan situar la entrada a los garajes por el camino forestal en vez de hacerlo por la calle Salom en la que están situadas.
La Asociación de Vecinos de Son Rapinya se pregunta dónde están los informes de movilidad y medio ambiente. ¿Va a mantener el Ayuntamiento la entrega de este espacio para uso de vehículos privados, anulando de hecho su uso como espacio natural? ¿Cómo aceptar que, mientras se lanzan discursos oficiales por la defensa del medio, la ecología y la participación, se privaticen espacios comunes y se desprotejan espacios naturales, ganados para lo público por la acción ciudadana?