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Sólo la presión militar, decretada por el gobierno nacional, ha obligado a los controladores a volver a su trabajo. Son profesionales muy bien pagados que se quejan. Están en su derecho, pero éste no justifica el atentado que perpetraron el fin de semana pasado. ¿Y ahora? El gobierno no podrá mantener la excepcionalidad durante mucho tiempo. Cuando deba instaurar de nuevo la normalidad estaremos en las mismas si no ha cambiado la situación de los controladores. ¿Despido masivo? ¿Contratación en el extranjero de sus sustitutos? ¿Apertura a otros profesionales para que se formen y los sustituyan a medio plazo?... Cualquier cosa antes que volver a pasar por lo mismo. De la parte política del asunto queda que Zapatero se escondió y que Rubalcaba es el único miembro del gobierno que muestra decisión y contundencia para dirigir este país. Sin él el caos hubiera sido mucho mayor. ¿Estamos ante el próximo candidato del PSOE en unas elecciones generales anticipadas?