Rafael Nadal anuncia que no jugará en Roland Garros ni en lo que queda de temporada para preparar 2024, «el último año de mi carrera». El tenista manacorí compareció ayer en una multitudinaria rueda de prensa para desvelar que su cuerpo no ha conseguido recuperarse de la lesión en el psoas iliaco sufrida en enero y que prefiere tomarse un descanso para resetear su cuerpo e intentar despedirse de su carrera deportiva en las canchas de tenis. Nadal ha decidido poner un punto y aparte a su proceso de recuperación con la intención de despedirse del tenis por la puerta grande y en las pistas.
«No me merezco terminar así»
Rafael Nadal, que el próximo 3 de junio cumplirá 37 años, se perderá el primer Roland Garros de su carrera desde aquel de 2005 que alzó por primera vez. Desde entonces el tenista ha escrito las páginas más brillantes de la historia del deporte español. Ahora, después de estar más de 120 días sin competir y el autodescanso que se va a imponer hasta final del año, la retirada sobrevuela sobre su cabeza. «No me merezco terminar así», sentencia un tenista que apela de nuevo a su innata capacidad de sufrimiento para volver a intentarlo. Otra vez.
Una figura legendaria
La figura de Rafael Nadal Parera traspasa los límites estrictamente deportivos. Va más allá. Es una figura a nivel mundial que acumula cerca de dos décadas en la cumbre de un deporte tan exigente y exigido como el tenis. Es un ejemplo a todos los niveles que aglutina todos los valores. El anuncio de su retirada a final de 2024 se antoja como una oportunidad única para que todo el mundo que le ha idolatrado desde su adolescencia le tribute el homenaje que se merece. Porque nadie como Rafael Nadal ha sabido llevar el nombre de Manacor y de Mallorca por todos los rincones del planeta. Y con el orgullo de un campeón que ahora para con el objetivo de preparar mejor el último año de su carrera. Otro quizás se hubiera rendido...
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