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La imputación del ex president Jaume Matas dictada por el juez instructor del 'caso Palma Arena', junto con su esposa, Maite Areal; su cuñado, Fernando Areal, y el presidente del Consejo Asesor de Gesa, Bartomeu Reus, con el que mantiene una reconocida relación de amistad, supone un punto de inflexión para esclarecer si existió o no una trama de corrupción política en Balears durante la pasada legislatura. Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional ponen de manifiesto un súbito enriquecimiento por parte de la familia de Matas que podría sugerir un posible origen ilícito, según se desprende de la profusa documentación y testimonios recabados. Todo este cúmulo de información debe ser objeto de un profundo y serio análisis judicial para determinar las eventuales responsabilidades penales que puedan derivarse.

Matas ha reclamado en diversas ocasiones ser llamado ante el juez "primero lo hizo ante la Fiscalía" para poder ofrecer su versión de lo ocurrido ya que, según él, tiene perfectamente justificado su incremento patrimonial y, se supone, los gastos suntuarios de su esposa, así como la presunta financiación ilegal del partido que él presidía "el Partido Popular" y, por último, el piso que ocupan sus hijos en Madrid. En todo caso sí cabe cuestionar un anuncio tan prematuro "con cinco meses de antelación", con fecha y hora, de la toma de declaración de él y sus familiares. La indudable relevancia y trascendencia del 'caso Palma Arena', con imputados que han permanecido 72 horas en los calabozos, obliga a realizar una investigación e instrucción impecables para esclarecer todos los hechos y, finalmente, abrir juicio oral, si procede, o archivar el caso.