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Los propietarios de la pastelería Sàbat de Sant Cugat del Vallés (Barcelona) han retirado una mona de Pascua que representaba a una mujer negra para evitar más polémica después que el colectivo feminista 'Hora Bruixa' criticara la escultura de chocolate porque considera que contribuye a «estigmatizar a las personas negras». Jaume Sàbat es el propietario de la pastelería, y su hija ha explicado a EFE que han decidido retirar la mona de Pascua del escaparate «porque somos una familia discreta, no nos gusta crear polémica ni tampoco herir a ningún colectivo», y ha asegurado que no hicieron la mona con la intención de menoscabar a nadie.

La figura de la mona es una mujer desnuda hecha de chocolate negro tapada con un delantal de tela, con un gorro de cocinera y unos labios prominentes y pintados de rojo que sostiene una bandeja con una mona en cada mano. Según el colectivo feminista de Sant Cugat 'Hora Bruixa', esta figura «evoca directamente al esclavismo» y destaca que la figura tiene unos labios «totalmente desproporcionados que mantienen la caricaturización histórica de las personas negras y que sólo contribuye a su estigmatización».

«Creemos que, en pleno 2023 y después de todas las campañas que se han hecho para denunciar el racismo intrínseco que hay detrás de relacionar el chocolate con las personas negras (conguitos, colacao, etc), está fuera de lugar seguir perpetuando esta imagen llena de tópicos», ha criticado el colectivo feminista. La hija de Jaume Sàbat, que fundó la pastelería junto a su esposa Joana en 1951, ha explicado que la mona fue esculpida por el maestro pastelero. «Como cada año, mi padre ha hecho una figura de Pascua para poner en el mostrador, no vimos más allá de una mujer de chocolate desde una visión artística que sustentaba dos elementos relacionados con la festividad», ha explicado la hija de los dueños del establecimiento. «Nuestro objetivo era crear ilusión para las fiestas de Pascua, pero decidimos retirar la mona para que no pasara lo que está pasando porque no nos gusta crear polémica», ha asegurado la hija del propietario, que ha reiterado que la mona de chocolate no tenía ninguna otra intención ni quería provocar la polémica, que se ha extendido por las redes sociales al colgar el colectivo feminista una fotografía de la mona gigante.

El miembro de la familia y también trabajador de la pastelería Marc Sàbat ha respondido al colectivo feminista también a través de Twitter diciendo que la mona que ha desatado la polémica «es un maniquí, que representa elegancia, es de chocolate, que representa a qué se dedican, lleva un nombre, el del negocio y la familia, sostiene por un lado lo que representa el producto artesanal y por el otro el día que celebramos». «Si no podéis empatizar y ver la ilusión y el cariño con el que se ha hecho este escaparate, para mí, como persona de izquierdas, feminista, positiva y libre, dejáis de ser un referente para pasar a ser una decepción. Os lo digo con todo el respeto y aprecio», ha contestado Sàbat al colectivo feminista que ha obligado a retirar la mona.