Fran Vila juega a ‘Farpoint’ en la PS4 instalada en el salón de su casa. | Pere Bergas

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La realidad virtual (VR por sus siglas en inglés) se alzaba el siglo pasado como un sueño para muchos, una posibilidad de explorar y experimentar en un entorno generado mediante tecnología informática. Aunque parece una idea muy novedosa, en 1968 el computólogo Ivan Sutherland inventó un casco; en los 80, Jaron Lanier fundó VPL Research para dedicarse a la VR y en los 90 varias empresas hicieron los primeros intentos de comercializar la tecnología, como Nintendo con Virtual Boy.

El profesor del CESAG y doctor en Game Studies, Víctor Navarro, asegura que es positivo que la realidad virtual haya desparecido de la primera plana: «Ahora, con los sistemas principales ya establecidos en el mercado (PSVR, por ejemplo, se lanzó hace tres años), se habla más de los juegos de VR que del medio y la tecnología en sí. Ya no se trata de prometer un medio que lo cambiará todo sino de discutir un corpus que ya tiene obras maestras incuestionables y juegos excelentes».

Madrid Games Week

Jugadores

Álvaro Busquets tiene 29 años, y juega a videojuegos de VR desde hace un año: «Cuando me metí en este mundo quería salir de la rutina; quería interacción, buscar cosas nuevas y la realidad virtual te ofrece esto a un nivel que no imaginaba», explica Álvaro, que junto a otras 300 personas forma parte del grupo eGamesVR, una comunidad que organiza torneos VR, sobre todo del videojuego Firewall, un shooter táctico, y que este fin de semana han gozado de un espacio en la Madrid Games Week, una feria de videojuegos en la que han acercado la tecnología a los aficionados.

Álvaro Busquets

Fran Vila tiene 42 años, siempre ha jugado a los videojuegos y es una de las personas que gestiona eGamesVR. Empezó a jugar con el Spectrum y ahora está centrado en la VR: «Aunque la calidad gráfica de PSVR no es tan alta como jugar en pantalla, el concepto de inmersión es increíble. Es algo que no va a desaparecer, yo creo que es una tecnología que ha venido para quedarse. El catálogo se va ampliando, y aunque buena parte de los juegos son shooters, hay otros que son creativos y muy interesantes».

Otro de los integrantes de esta comunidad es Pablo Villuendas. La primera consola que probó fue la NES 8 bits, y la primera que pudo comprarse fue la Super Nintendo: «Es una pasada, para mí es el futuro.Es lo que siempre había soñado y ha superado las expectativas. Aunque al principio te mareas un poco, a base de jugar te acostumbras, y con el tiempo los mareos desaparecen».

Navarro asegura que los juegos VR han empezado a encontrar su propio lenguaje, sus posibilidades y límites, y ya no usan la tecnología como reclamo fácil. «Espero que en el futuro se profundice en esas nuevas líneas creativas y podamos hablar de un nuevo medio asentado, hermano del cine y de los videojuegos ‘de pantalla’, que no sustituye a ningún otro sino que los complementa».