El descenso se aceleró significativamente durante los 80 y los 90, y nuevamente con la crisis económica en la primera década de los 2000. | Efe

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España es el segundo país de la Unión Europea con menos niños, solo por delante de Italia, después de que la proporción de niños menores de 5 años se haya reducido del 5 al 3,7 % entre 2014 y 2023, según revela el último Focus on Spanish Society editado por Funcas.

A partir de datos de Eurostat, la fundación de las cajas de ahorros constata que los niños son cada vez menos frecuentes en las ciudades de la mayoría de los países europeos, con un descenso en ese mismo período del 5 al 4,6 % en el conjunto de la Unión. España es penúltima solo por delante de Italia (3,5 %) y justo por detrás de Grecia (3,9 %), mientras que Suecia (5,5 %) e Irlanda (5,7 %) presentan los porcentajes más elevados de menores de 0 a 4 años.

Por comunidades autónomas, las diferencias también son evidentes, con Asturias, Galicia, Castilla y León, Canarias y Cantabria en porcentajes inferiores al 3 % y Andalucía, Baleares y Murcia en cifras iguales o superiores al 3,8 %. La magnitud de este cambio en España se aprecia mejor, dice el análisis de Funcas, echando la vista atrás, y para ello recuerda que en 1962 casi uno de cada diez residentes en España tenía menos de cinco años.

Aunque esta cifra ya comenzó a caer en las décadas de 1960 y 1970, el descenso se aceleró significativamente durante los 80 y los 90, repuntó a principios de este siglo hasta un máximo del 5,4 % y bajó de nuevo a partir de la crisis financiera, sin que el porcentaje de niños pequeños en la población española haya dejado de caer. Funcas apunta que la preocupación por la disminución de la fecundidad en Europa suele relacionarse con las posibles repercusiones socioeconómicas, como el envejecimiento de la población, la escasez de mano de obra y la sostenibilidad de los sistemas de bienestar, aunque existe otra importante consecuencia demográfica y social como es la menor presencia e influencia de los niños en la sociedad.

Reflexiona sobre el hecho de que la escasez de niños en las familias reduce las oportunidades de los adultos de interactuar con ellos, pero también las ocasiones en que los niños pueden relacionarse con familiares de edad similar, como hermanos y primos, dado que según el censo de 2021 el 39 % de los niños de 0 a 4 años no tenía hermanos. Previsiblemente, continúa, todo ello tiene implicaciones sobre cómo los niños desarrollan sus actitudes y comportamientos en casa y fuera del hogar.