Diseñador de culto. Marcel Wanders ha sido definido en más de una ocasión como el ‘Lady Gaga del diseño’. Saltó a la fama en 1996, con su pieza de culto ‘Knotted Chair’; desde entonces ha diseñado cerca de 2.000 proyectos. | Pere Bergas

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La funcionalidad es el estándar más bajo del diseño». Una declaración de intenciones o una carta de presentación. El hotel Kimpton Aysla, en Santa Ponça, acogió este miércoles la segunda edición de MADD Talks, espacio de encuentro y networking para expertos en arte, arquitectura, decoración, paisajismo, construcción o interiorismo, impulsado por la asociación Mallorca Design District, la cual aúna a los empresarios del sector living con sede en el polígono de Son Bugadelles. El encuentro lo protagonizó un coloquio entre el coleccionista de arte y fundador de Gallery Red y Lionsgate Capital, Drew Aaron, y el reconocido y ecléctico diseñador holandés Marcel Wanders (Boxtel, 1963), que saltó a la fama en 1996 con su pieza Knotted Chair. Desde entonces no ha parado de diseñar. Desde el interior de los hoteles más lujosos del mundo, hasta objetos de toda clase, con marcas como Lladró, Alessi o Louis Vuitton. Algunas de sus obras pueden encontrarse en los museos de arte moderno más famosos del planeta.

No es su primera vez en Mallorca. En 2009 diseñó ‘Casa Son Vida’ y, en 2015, los interiores del hotel Iberostar Grand Portals Nous. ¿Qué le trae esta vez a la Isla?
— Paso bastante tiempo aquí, dos o tres meses al año. Aprecio la naturaleza;es un buen lugar para reflexionar. Creo que la Isla lo tiene todo para ser un destino considerado por su arte; que inspire la creatividad. Y también es una responsabilidad alcanzar ese objetivo.

En su infancia solía confeccionar pequeños regalos para sus seres queridos, ¿todavía diseña como si ello fuese un acto de amor?
— Es lo mismo que hago ahora. A veces la gente dice que el diseño, el arte, es caro. Yo creo que es gratuito. Lo único que no sale gratis es la propiedad, aunque sea lo menos importante. Porque el arte y el diseño consisten en la experiencia; lo significativo es lo te que hacen sentir. Como diseñador, siento que le entrego el regalo del arte a mucha gente.

Interiores de hoteles y villas; mobiliario e iluminación; accesorios y decoración, y todo tipo de objetos. ¿Con qué disfruta más?
— Amo mi trabajo. Vivimos en una cultura fantástica, que permite el desarrollo de las personas creativas. Solo hago lo que creo que puedo hacer, y lo que me gusta, sea una cuchara o un hotel. Si no me gusta, no lo haré. Un proyecto solo vale la pena si apasiona a su diseñador.

Afirma que la inspiración siempre es una fuerza interna...
— La inspiración es otro concepto que malinterpretamos. La inspiración siempre es una fuerza interior, un fuego que arde dentro de nosotros. Los grandes problemas, las preguntas primarias, siempre serán la mayor fuente de inspiración. Si no estás inspirado, te deseo grandes problemas.

Persigue un diseño humanístico. ¿En qué consiste un diseño centrado en el ser humano?
— Siempre se habla del diseño en términos racionales, de funcionalidad. Y no digo que sea algo insignificante, pero debemos comprender que no somos seres racionales. Lo más bello no es que seamos muy inteligentes, sino que somos seres muy interesantes, extrañamente poéticos: nos detenemos a los pies de un lago, cogemos un guijarro y disfrutamos de lanzarlo y ver cómo rebota en la superficie del agua. Disfrutamos de las pequeñas cosas de la vida. Somos humanos y solo una pequeña parte de nosotros es racional;cuando persigues un diseño humanista, reconoces el hecho de que la gente es fundamentalmente humana.

¿Cree que el racionalismo y el minimalismo nos conducen a la pérdida de la identidad?
— Nos conduce a un mundo desechable y a infravalorar las vidas que podríamos vivir. Creo que si eres diseñador y tu intención es ‘hacer menos’, porque «menos es más», no deberías ser diseñador. Básicamente. Si no te gusta ‘dar más’, ser generoso con lo que entregas, dedícate a otra cosa.

En el proceso creativo, ¿mira más al pasado o al futuro?
— Lo bello es que estoy aquí, entre mi madre y mi hija. Al final, solo existe el ahora, pero mi trabajo puede ser más grande que yo.

¿Cómo crear un objeto atemporal?
— La palabra ‘atemporal’ sugiere que un objeto no posee ninguna seña temporal, espacial o cultural; tampoco amor. Deberíamos reformular el concepto, hablar de ‘tiempo de plenitud’. Un viejo armario chino, tallado a mano en madera, está lleno de ‘tiempo’: lo ha fabricado una persona que domina el oficio. Y por ello es maravilloso, y siempre lo será.

¿Qué es la durabilidad psicológica?
— Que un objeto pueda resistir el paso del tiempo; el impuesto por nosotros mismos. Vivimos en un mundo muy rápido. Debemos diseñar objetos con el fin de que valga la pena guardarlos. Y la gente debe aceptar la lentitud del paso del tiempo. Los diseñadores somos responsables de gestionar la relación entre las personas y el entorno artificial. Es importante que nos importen los objetos que nos rodean: comprar cosas que no necesitas es el camino más corto al cubo de basura. El gran ‘problema’ de mi vida es crear diseños que superen el modernismo, que sean románticos y duraderos.

Si nuestro hogar habla sobre nosotros, ¿qué dice el suyo?
— Mi casa habla sobre mí, pero también me habla. Y yo le hablo a ella. La mantengo limpia y, si se rompe algo, me preocupo por repararlo. Invierto el amor que espero recibir.