Tito López con su inseparable cámara fotográfica | Click

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Tito López, fallecido el 18 de mayo de 2021 –parece que fue ayer, sin embargo ya han pasado casi tres años–, fue una persona querida y respetada por quiénes le conocimos, que fuimos muchos. Querido y respetado, sobre todo, por cómo era y por cómo se volcaba con los demás. Persona, además, muy identificada con el mundo del arte por lo que solía asistir a todos los actos tuvieran lugar en Palma –o en cualquier punto de la Isla– relacionados con él. Incluso en ocasiones, participaba en ellos. O los creaba con otros artistas –entre ellos el también desaparecido Francisco Pizá–, como la Ruta fotográfica por Mallorca, o Fotos con historia, posiblemente la única exposición fotográfica itinerante que hay en la Isla y que hoy se sostiene gracias al empeño de otra de las cofundadoras, Martina Romero. Amigo, también, de artistas y de colectivos de artistas a quiénes, dentro de sus posibilidades, apoyaba incluso a veces económicamente…

Por norma general, Tito, en las exposiciones y otros eventos, solía aparecer con su cámara fotográfica colgada del cuello. Porque también hacía fotos de dichos actos y de las personas y personajes que asistían o que tenían que ver con ellos. Y también fotos de paisajes, monumentos, curiosidades..., para su colección particular, extensa tanto como sorprendente por sus contenidos. Tito, además de otras cosas, fue profesor de natación del actual rey de España, Felipe VI, actividad que desarrolló con la discreción que también le caracterizaba, puesto que la descubrimos –y fue por casualidad, no porque nos la contara él– no hace mucho, diez o quince años.

Pues bien su hija Beatriz, en nombre de sus amigos, que fuimos muchos, organiza un homenaje en su honor. El acto se celebrará el próximo 31 de mayo, a partir de las 19 horas en la Fundación López-Fuseya (calle de les Tereses, 4, Palma), un lugar con el que estuvo muy relacionado. A lo largo del mismo, los asistentes podrán escuchar a los Compañeros de canto coral de Tito, dirigidos por Pilar Riera; al grupo de violines Filum Ludum y a continuación visitar dos exposiciones. Una, la de fotografías obra de Tito, instantáneas que podrán ser adquiridas por quiénes lo deseen, destinando una parte del dinero conseguido por la venta  a la Asociación Española de Amiloidosis AL, «que es el cáncer que tuvo mi padre», nos aclara Beatriz. Y dos, la de regalos que amigos le hicieron a Tito como cuatro retratos, obra de los pintores Carlos Quintana, África Juan, José María Fayos y Luis López; un corazón, cuya autoría es de Tomeu Vives; la foto que le hizo Ricard Llorens para el libro Vidas con Arte, escrito por Patricia Chinchilla, en el que reunió la vida y la obra de artistas mallorquines, y que él editó; una colección de fotografías de Tito, desde que era un niño hasta poco antes de dejarnos, entre ellas, la que está con el joven Felipe de Borbón tras una clase de natación… ¿Y qué más? Pues, aparte de que dicha exposición permanecerá abierta hasta el 7 de junio, y que podrá visitarse  a diario de 16 a 20 horas, se supone que habrá algo más, en lo que Beatriz está trabajando y ultimando los detalles, y que tendremos tiempo de anunciar. Y se supone también que no vamos a caber en la Fuseya, pues seremos muchos los que asistamos dado el gran número de amigos que Tito dejó en este mundo.

Cartel del homenaje a Tito López que tendrá lugar el próximo 31 de mayo

¿Tapiarán el solar?

Hace un mes, cuando conocimos a Jesús Molina –un desconocido hasta entonces, pero muy conocido desde ese momento, todo por un solar okupado junto a su casa–, nos dijo que estaba escribiendo un libro, Decadencia del sistema democrático en la actualidad, pero que le faltaban argumentos, temas y tiempo para llenar sus páginas… Le comentamos, por la experiencia que tenemos en estos menesteres,  que escribir un libro, y más cómo el que pretende, era cuestión de tiempo. «Hay que dejar que fluya el entorno que nos rodea, y tener vivencias y experiencias… Que algo saldrá», le dijimos. Pues bien, fluyó.

Lo decimos por lo que ha vivido de un mes a esta parte, a raíz de lo que nos contó sobre el solar vecino ‘requeteokupado’, y que publicamos a lo largo de las últimas semanas. También ha intervenido en un pleno del Ajuntament de Palma donde puso de acuerdo a los partidos del gobierno municipal para que arreglaran íntegramente la calle Manacor, ha ingresado una noche en los calabozos de la policía, ha sido entrevistado por televisiones locales y nacionales, incluso entrevistado por el canal de Vox el pasado sábado… Se habrá dado cuenta de que una cosa ha ido trayendo otra, pasando de la carencia de experiencias y argumentos a tenerlos todos a la vez. Y a nada que ahonde, más temas tendrá. Ahora todo es cuestión de sentarse, ordenar lo vivido, reflexionar y empezar a escribir. Y es que, en esta vida, no hay mal que por bien no venga.

El Ajuntament de Palma debe obligar a la propiedad del solar okupado de la calle Manacor a que lo valle y lo limpie.

Vallarlo y limpiarlo

Por cierto, suponemos que tras lo publicado esta última semana por Ultima Hora y lo emitido por las televisiones, tanto a nivel local –IB3– como a nivel nacional –Cuatro, Antena 3 y Telecinco–, además de la reseña que sacó el digital madrileño El cierre digital, Urbanisme del Ajuntament de Palma habrá tomado alguna decisión sobre el cerramiento del solar de la calle Manacor, número 44, okupado. Debe tener ya muy claro que ha de obligar al propietario del mismo a que lo valle, tal y como manda la ordenanza, o si no, vallarlo desde Cort y luego entenderse con el individuo en cuestión. Y tampoco estaría de más que los servicios de Emaya y los sociales, como también apuntó Molina el pasado lunes en estás páginas, se dieran una vuelta por el mismo: los primeros para desinfectarlo y limpiarlo, y los segundos para ver el estado en que se encuentra el okupa, pues las condiciones en las que está no son las más adecuadas. Hay animales que viven mejor que él. Y ya puestos, echar un vistazo a la pared, la pintada de color amarillo oscuro, y retirar los dos postes llenos de cables que hay – provisionalmente, desde hace 18 años– sobre la acera, algo que es otro monumento al despropósito.