Por lo que pudimos ver, los que van a clase con Toni Bauzá se lo pasan muy bien. Durante los 50 minutos que suele durar la sesión les habla de filosofía y les pone buena música. | R.L.

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Como ya contamos en el pasado reciente, Toni Bauzá, que es uno de los responsables del comedor social Tardor, ha vuelto a dar clases de spinning en MegaSport, donde ya las impartió durante bastantes años hasta que el gimnasio sufrió una remodelación total, por lo que tuvo que parar su actividad, reabriendo bastante tiempo después, «pero con tan mala pata –recuerda Toni–, que a poco de comenzar de nuevo, llegó la COVID-19, y con ella la prohibición de actividades que tuvieran que ver con la restauración, el ocio, el deporte… El caos, en pocas palabras, que todos sufrimos. Desde luego, unos más que otros, pero que en general echó al traste ilusiones, proyectos, iniciativas… Y como, además, alteró la economía para mal, las colas del hambre crecieron por lo que me tuve que dedicar plenamente a la nuestra, y como fue un periodo muy complicado me olvidé del spinning y de todo lo que no fuera Tardor. Años después, cuando todo se normalizó, decidí regresar pero primero tuve que perder los kilos que había engordado, unos 50, cosa que hice a base de dieta y ejercicio, ya que subirse a una bicicleta de spinning obliga a estar en condiciones y más si, como en mi caso, soy yo el que marca el ritmo. Así, una vez que el director de MegaSport y yo nos pusimos de acuerdo, regresé el 28 de enero a la que considero una de mis casas. Y aquí sigo… Y espero que sea por mucho tiempo».

Música y filosofía   

Toni, que da clases de spinning sábados y domingos, por las mañanas, comenta que se ha reencontrado con algunos con los que pedaleó en la vez anterior. Sus clases, según cuentan algunos de los que asisten a ellas son, sobre todo, divertidas. «Y es lo que intento –nos dice–. Porque cuanto mejor nos lo pasemos, mejor rendimiento sacaremos. Para ello, lo primero que hago es observar a la gente, ver cómo son, empatizar con ellos, y a partir de ahí crear un buen ambiente, cosa que consigo a través de la aplicación de la animación sociocultural, de la que, modestia aparte, tengo bastantes conocimientos. Y como en la animación sociocultural juega un papel muy importante la música, cuido mucho la que pongo. ¿Qué cómo? Pues como los que vienen están entre los 30 y los 70 años, la música que suena durante la clase es de los años 70, 80, 90 y lo mejor del 2000, una música que gusta a todos». Nos han contado –le decimos– que de vez en cuanto das alguna que otra pincelada cultural… «Pues sí, cierto. Les hablo, ¡qué se yo!, de Sócrates, Goethe, Kant… Saco a colación algunas de sus frases y a partir de ahí voy desarrollando… Sí, me dirás que pinceladas culturales en una clase de spinning no es lo suyo, pues… ¿Qué quieres que te diga? Sí, –reflexiona en voz alta–, puede que sea atípico que les hable de esas cosas, pero es que no las olvidarán… Posiblemente a alguien puede que no le guste pero, por lo que veo en el ambiente, a la mayoría sí».

Toni ameniza la clase hablando de Kant, Goethe y Sócrates.
Toni ameniza la clase hablando de Kant, Goethe y Sócrates.

Una buena causa

Hay que decir que Toni destina todo lo que gana con las clases de spinning que imparte en MegaSport a los niños de familias necesitadas o desfavorecidas que Tardor tiene controladas.

«Así es, y lo hago con gusto. Primero porque ayudo a quién lo necesita, y si con ello les saco una sonrisa, pues ya ni te cuento lo bien que me siento; y segundo, porque encima me pongo en forma. Por tanto, encantado de hacer lo que hago. Y es que hay mucha gente necesitada, pero pocas ayudas. Nosotros contamos con el apoyo de Mercedes Celeste, del Ajuntament de Palma, que viene a ser como nuestro ángel de la guarda, a la vez que pensamos que la predisposición del alcalde Jaime Martínez es también la de echarnos una mano. Me refiero a todos los que estamos al frente de comedores sociales. Ahora bien, yo sigo ‘erre que erre’, en lo de siempre, en pedir a la gente que nos done un euro al mes durante muchos meses. ¿Que cómo lo pueden hacer? Pues a través de la aplicación Teaming, buscando en ella Tardor. Y es que con un euro al mes, si son muchos los que colaboran, se acabará una parte importante de los problemas que tenemos. De momento ya hay gente que lo hace, a quienes estamos agradecidos. Pero necesitamos más».

Toni, tercero por la izquierda, posa con un grupo de alumnos antes de comenzar una de las clases de ‘spinning’ que da las mañanas de los fines de semana en el gimnasio MegaSport.
Toni, tercero por la izquierda, posa con un grupo de alumnos antes de comenzar una de las clases de ‘spinning’ que da las mañanas de los fines de semana en el gimnasio MegaSport.

Cambio para mejorar

Adoración García es miembro de la junta de la Asociación de Vecinos de Son Forteza. Junto con otros vecinos de aquel entorno, está recogiendo firmas con el fin de conseguir que la línea 22 de la EMT, pase por la citada barriada. La idea, mostrándonos las firmas que ya llevan recogidas, que ya son muchas, nos la resumió hace unos días.

La AA.VV. de Son Forteza, una vez que concluya la recogida de firmas y con la intención de sacar el mayor provecho a dicho servicio, dejará sobre la mesa de ‘a quién corresponda’ tres propuestas para que elija la mejor. La primera es: Eusebi Estada-Arxiduc Lluís Salvador-Son Oliva (este)-Son Hugo-Son Oliva norte-sur-Jacint Verdaguer-Eusebi Estada.

La segunda: Eusebi Estada-Arxiduc Lluís Salvador-Son Oliva (oeste)-Son Hugo-Son Oliva (norte-sur)- Prevere Rafael Barrera-Aragó-Balmes-Eusebi Estada.

Y la tercera: Plaça d’Espanya-Arxiduc Lluís Salvador-Son Oliva-Son Hugo-Prevere Rafael Barrera-Aragó-Plaça d’Espanya.

Adoración ha comenzado a recoger firmas para cambiar la línea 22 de la EMT.
Adoración ha comenzado a recoger firmas para cambiar la línea 22 de la EMT.

Para concluir, la AA.VV. de Son Forteza considera que si la línea 22 pasara por dicha barrada, Son Forteza, supondría: más acceso a Son Hugo a la gente que no dispone de vehículo; permitiría que las personas mayores pudieran hacer ejercicio, lo que beneficiaria a su salud y movilidad, y usando el autobús se contribuiría al objetivo ‘contaminación 0’. Y es que los que gobiernan deberían hacer caso al pueblo, que a    veces es más sabio que ellos.