La danza puede superar las barreras que se interpongan en sus caminos y cualquier espacio puede convertirse en el mejor escenario. | R.L.

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Se las puede ver a menudo bailando en la calle, casi siempre enfrente de la iglesia ortodoxa rusa de la calle Sant Miquel. Ellas son Myriam Karina, argentina de Buenos Aires y artista multidisciplinar (teatro, danza y pintura), y Paquita Ferragut, escritora (tiene publicados cuatro libros) y bailarina. Ambas, que son madres, cuentan con el ‘Carnet de artista de calle’.

Las sorprendimos en pleno baile –al son de Eclipse total del corazón de Bonnie Tyler–, ante la mirada de unos pocos curiosos, que cuando pasaban se paraban a verlas. Y es que vale la pena hacerlo, sobre todo por la armonía, sincronización y belleza de sus movimientos. Myriam siempre de pie y Paquita sentada en su silla de ruedas debido a la parálisis cerebral infantil que padece desde que nació, producida porque el cordón umbilical rodeó su cuello y durante un minuto no le permitió respirar. Pese a ello, ahí la tienen, madre de dos hijos, escritora de libros y bailando sobre su silla.

«Aprendí danza de la mano del profesor Jeroni Guillem. Fue duro, pero gracias a él y a su constancia, lo conseguí. No solo danzar, sino tener un espectáculo propio, Vivir soñando se llama, con el que recorro pueblos de la Isla con una carpa. Ahora, para bailar en la calle, me he tenido que sacar el correspondiente carnet, convirtiéndome en la primera mujer con parálisis cerebral infantil que lo tiene».

Myriam, artista multidisciplinar, bailando en plena calle Sant Miquel al son de Bonnie Tyler con Paquita, que sufre parálisis cerebral infantil.
Myriam, artista multidisciplinar, bailando en plena calle Sant Miquel al son de Bonnie Tyler con Paquita, que sufre parálisis cerebral infantil.
Además de artistas, Myriam y Paquita son madres y amas de casa. Y es que cuando baja el telón imaginario, les quedan muchas tareas por hacer.
Además de artistas, Myriam y Paquita son madres y amas de casa. Y es que cuando baja el telón imaginario, les quedan muchas tareas por hacer.
Preparan una nueva obra, a la que todavía no han puesto título, y que les gustaría estrenar en un teatro municipal de Palma. Pero no saben a quién acudir...
Preparan una nueva obra, a la que todavía no han puesto título, y que les gustaría estrenar en un teatro municipal de Palma. Pero no saben a quién acudir...

Ensayando

Por su parte Myriam lleva 20 años en Mallorca: «Viví en bastantes lugares de la Isla, guardando gratos recuerdos de Costitx, donde tengo mi estudio de pintura, y Mancor de la Vall, donde conté con el apoyo por parte de los políticos de todos los colores. Pero llegó la COVID-19 y no me quedó más remedio que salir a bailar a la calle», nos dice. A Myriam la conocimos cuando empezaba la pandemia, más o menos en el mismo lugar en el que nos la encontramos ahora con Paquita, y asegura que se siente feliz con su trabajo, que es bello en cuanto a estética, pero duro porque no siempre el trabajo que hace se ve compensado económicamente. Ahora tiene proyectos como un espectáculo que está ensayando con Paquita en Flassaders, «al que no hemos puesto nombre, pero que muy bien se podría titular Estrella. Tampoco sabemos todavía dónde lo presentaremos, pues carecemos de medios para alquilar un local… Pero sí, nos encantaría hacerlo en un teatro de Palma y verlo lleno, pues estamos seguras de que gustará al público. De hecho hace unos meses en Inca, Paquita, Marcela Ballester y yo presentamos Infinitum evolution, un espectáculo a base de danza, pintura (de Marcela y mía) y teatro que gustó muchísimo».

Myriam y Paquita en ‘Infinitum evolutium’, en el que participó Marcela Ballester.
Myriam y Paquita en ‘Infinitum evolutium’, en el que participó Marcela Ballester.

Les decimos que no se desanimen y que una opción es acudir a los negociados de Cultura de los ayuntamientos, como por ejemplo el de Palma, puesto que su ilusión es presentar su función en Ciutat. Podrían preguntar por algunos de los teatros que tienen cerrados un día o dos que seguro que, por el bien de la Cultura y del afán de supervivencia y superación, van a encontrar un hueco y se lo van a dejar. Y es que la cultura debe  estar cerca de los artistas y más cuando estos, sin medios, tienen ideas. Como les pasa a ellas.

Así que, ¡muchos ánimos!