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La oferta gastronómica de la Isla se ha multiplicado en las últimas décadas: con una rápida búsqueda en Internet, podemos hallar restaurantes que ofrecen sabores de todos los rincones del mundo. Pero, ante tanta oferta, sucede un fenómeno particular: lo más complicado es escoger dónde disfrutar de un festín. Aquí entran en juego los recomendadores gastronómicos, o food influencers, dedicados a buscar y sugerir los mejores establecimientos a sus seguidores en las redes sociales.

Detrás del perfil de Instagram @sentirmallorca, que cuenta con más de 50 mil seguidores, se encuentran los hermanos colombianos Daniela y Francisco Javier Estupiñán, afincados en la Isla desde hace siete años. «Simplemente somos dos chicos que se sientan, disfrutan de la comida e intentan transmitirlo», explican los hermanos, que abrieron su perfil en abril de 2023. «Un día te levantas con un video viral, empiezas a recibir notificaciones y tus seguidores se multiplican. Es como un premio: a la gente le gusta lo que haces. Con el primer video viral, muchos restaurantes empezaron a escribirnos para visitarles», cuentan los Estupiñán. Primero probaban restaurantes por invitación pero, al crecer sus seguidores, establecieron una tarifa. «Se acumulaban las invitaciones, llevaba mucho trabajo y sabíamos lo que generábamos. Tenemos mucha demanda y conocemos nuestro alcance. Al final, es publicidad», razonan los hermanos, que están muy cerca de vivir únicamente de los ingresos que les proporciona su cuenta.

Aunque parezca mentira, comer cada día fuera de casa puede llegar a saturar. Por ello, los foodies se organizan, alternando semanas de grabación y edición de contenido. «Detrás de cada video hay una estrategia, está todo muy pensado. Hay gente que nos pregunta si nos gusta todo; por qué no enseñamos cosas malas: nosotros no hacemos crítica gastronómica, sino promoción. De todos modos, no creamos contenido solo para la marca, sino para nuestra comunidad. Siempre recomendamos sitios que creemos que pueden gustarles», añade Daniela. Si tienen que elegir, se quedan con la cocina italiana, asiática y mexicana; como restaurante colombiano recomiendan El Arriero, en Palma.

Los hermanos visitan lugares de toda clase: desde restaurantes de alta cocina, con menú degustación, hasta encantadores bares de barrio. «En los bares de toda la vida sirven bocadillos únicos, preparados desde siempre, de generación en generación. Con buena cantidad y buen precio; están buenísimos. Quizá este tipo de establecimientos no llamen tanto la atención, pero esconden tesoros», sostiene Francisco Javier.

Otra cuenta que se dedica a la recomendación de restaurantes y experiencias gastronómicas y culturales es SeluLives, con casi once mil seguidores, de la joven pareja marratxinera de Llucia Ferragut y Sebastià Bibiloni, de 20 y 22 años. Empezaron con su perfil de Instagram en 2022. «Salir a comer y cenar era una afición. De hecho, teníamos una lista, en la que valorábamos los restaurantes que íba- mos visitando. Solo para nosotros. Primero, solo grabábamos la comida, después empezamos a salir nosotros. Y, un buen día, en uno de los primeros vídeos en los que aparecíamos, nos viralizamos», expresan los jóvenes, que todavía no cobran de los restaurantes, pero sí reciben invitaciones. «Ojalá pudiesemos vivir de esto en unos años, pero no es el objetivo principal. Lo hacemos porque nos gusta, y ambos hemos estudiado», expresan.

Explican que tardan alrededor de una hora en editar sus videos y que, a veces, la experiencia gastronómica puede empeorar, al estar grabando mientras comes. «A veces nos apetece ir a cenar y no grabar nada. Si no, estás pendiente y no acabas de disfrutar. También es cierto que no es algo pesado, porque solo se graba el primer y último bocado, o algún video de algo interesante», afirma la pareja, entusiasta de los restaurantes italianos; recomiendan La Bufala, en Alaró, «tiene muy buena calidad-precio. A domicilio, nos gusta Los Dos Hermanos, en Magaluf». Como curiosidad, algo que llama la atención de nuestros protagonistas, tanto en el caso de SentirMallorca como SeluLives, es la fama que se adquiere a través de las redes sociales. Los jóvenes no dejan de sorprenderse cuando les detienen por la calle, mientras comen o en el gimnasio. Una buena muestra de que la mayoría de sus seguidores son de la Isla.

Como pueden imaginar, la ingesta calórica puede asimilarse a la de un nadador olímpico. Así que, no solo para mantener la línea, sino para llevar un estilo de vida saludable y poder seguir con su pasión, los foodies practican mucho ejercicio. «Es obligatorio, va de la mano. Tenemos un entrenador, es muy fácil ganar peso. Entrenamos a diario y seguimos una dieta», dice Daniela. «Conocemos las bases de cómo alimentarnos y, en nuestro día a día, seguimos una dieta equilibrada. También puedes salir a comer y cenar fuera cada día y escoger, porque siempre hay opciones saludables. Lo importante es mantenerse activo -siempre cumplimos con los 15 mil pasos recomendados-, y hacer entrenamientos de fuerza. Somos muy disciplinados, porque esta afición lo requiere», expresan Llucia y Sebastià, licenciado este último en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.