Sonia y Blanca l ¿Apoyará Armengol a Martínez? l Minerva

Naturalmente, Wenmin nos quiso sorprender con marisco, lubina y solomillo condimentados al más puro estilo chino y un variado de frutas. Y otra sorpresa más: nos encontramos en el restaurante con Sonia Valenzuela y Blanca González-Miranda y Sáenz de Tejada, con quienes habíamos estado en el Año Nuevo chino que celebró La Cocina China hace unas semanas. «Por cierto –nos dijo el dueño de King Wok–, esta noche, sabiendo que veníais, había invitado a Cristina, la dueña, pero no ha podido venir. Tenía el restaurante lleno».

Profesora y notaria

¿Que qué hicimos? Pues nos sentamos con Sonia y Blanca y pasamos una noche tan agradable que quedamos en repetirla. Sí, porque son personas con las que puedes hablar de todo, mujeres cultas con mucho mundo recorrido. Sonia, sevillana de nacimiento pero que reside en Palma desde hace muchos años, es funcionaria de la Conselleria d’Educació, especializada en Aplicaciones y Sistemas Informáticos y da clase en el IES Can Balo (Marratxí); mientras que Blanca es notaria con despacho en Palma, cerca de las Avingudes. Es un trabajo en el que se inició en Barbate, localidad andaluza en cuyas aguas hace algo más de una semana murieron asesinados por una narcolancha dos guardias civiles. Blanca es una mujer a la que si algún día le diera por escribir su vida, sería un acierto por lo intensa e interesante que ha sido. Mujer, esposa, madre y notaria, tiene una carrera que nos gustaría hacer a todos, pero para la que no todo el mundo está capacitado.

Las dos son viajeras, sobre todo Blanca, que a nada que se jubile nos asegura que si todo va bien, quiere dedicar un año a viajar por medio mundo. Pues, puestos a viajar y conocer nuevos lugares, le recomendamos que vaya a la Antártida desde Ushuaia, que viaje en el Transiberiano y, si puede, entre en Corea del Norte y disfrute de un país en el que la libertad reina por su ausencia, lo que no quita intentar pasárselo bien en un lugar donde prácticamente está todo prohibido. Que es otra forma de disfrutar. Pero nos tememos que, tras descartar este último, los otros dos se van a poner a la cola del de China, país en el que ya ha estado, «y en el que he recorrido más de 30.000 kilómetros», nos contaba. Además, se ve que le encanta China, como a Sonia. «Pues si haces el Transiberiano, en vez de llegar a Vladivostok, te bajas en Irkutsk y tomas dirección a Pekín y así ‘matas dos pájaros de un tiro’: haces el Transiberiano y terminas en China». Quedó entre la duda y el escaso convencimiento.

Así pues, entre cena, kampeis y buena conversación, nos dieron las nueve, las diez, las once, las doce… Y es que cuando hay una buena conversación la velada se puede alargar hasta casi el infinito. Por eso volveremos a repetir.

¿Es posible?

La pasada semana, una representación de Cort, presidida por el alcalde Jaime Martínez, asistió en Valladolid a la entrega de los premios Goya, con la intención de presentar a Palma como candidata a sede de los premios en 2026.

Ni que decir tiene que si Palma se convirtiera en el escenario de la entrega de tan importantes galardones cinematográficos a nivel publicitario y de promoción sería muy positivo, dada la repercusión que tienen dichos premios, en el sentido de que la mayoría de los medios de comunicación nacionales y locales, sin olvidar algunos internacionales, hablan de ellos antes, durante y después de la entrega. Y hablar de algo, que en un caso como este se suele hablar bien, es muy positivo tanto para el evento en sí como para la ciudad que lo acoge. De ahí que la delegación palmesana se desplazara a Valladolid...

Que no importe el color

¿Qué pasará? ¿La organización de los Goya celebrará en Palma la entrega de los premios en 2026? Pues tiene muchas posibilidades. Palma reúne condiciones inmejorables para la entrega de los galardones y Cort, que va a trabajar mucho para conseguirlo, puede contar con el apoyo de Francina Armengol, presidenta del Congreso de Diputados. Porque por encima de intereses políticos –Cort está gobernado por el Partido Popular y ella es socialista– está ‘la tierra’ y en un caso como este da lo mismo que una sea de Inca y los otros de Palma, que una socialista y los otros del PP... Si la entrega de los premios se hace en Palma que, repetimos, está capacitada para ello, y por otra parte tiene cuanto menos la obligación de intentarlo, pues ser el escenario de la entrega de unos premios de gran repercusión es siempre muy beneficioso. Mallorca sale ganando.

Y puede conseguirlo si la petición del Ajuntament de Palma cuenta con el apoyo de la presidenta del Congreso. Y es que en casos como estos los colores, a la hora de ‘tirar del carro’ todos a una, deberían quedar en un lugar secundario. Sí, me dirán algunos que Armengol es la presidenta de todos los diputados del país, que por ello ha de ser neutral, pero, ¿qué político lo es? ¿Qué político en un caso como este no tira para ‘su tierra’? Pues como en Fuenteovejuna, todos a una.

Reconocimientos

Dos temas que tienen que ver con la cultura. Uno, Pedro J. Lorente, presidente del Círculo de Bellas Artes, nos notifica que el próximo 28 de febrero Carlos Morell Orlandis, mallorquín residente en Shanghai –de cuya Universidad es profesor de Bellas Artes–, y nieto del marqués de Solleric, recibirá la Placa Minerva. El acto tendrá lugar durante el almuerzo que se celebrará ese día en el restaurante Varadero. La iniciativa nos parece muy buena, pues supone no solo acordarse de los de la tierra que están haciendo una buena labor –él, concretamente, en campo cultural– lejos de ella, sino reconocérselo. Y encima, reconocérselo en vida para que lo disfrute.

Y dos, Gabriel Carbonell, pintor y escritor en lengua balear, nos envía a través de Whatsapp la credencial que ha recibido de la Casa Real española en la que se le notifica que Su Majestad el Rey, accediendo a la petición que tan amablemente le ha sido formulada, ha tenido a bien conceder el título de ‘Real’ a la Academia de la Lengua Balear. Firma el documento el jefe de la Casa Real de S. M. El Rey. Pues que conste lo dicho.