Pere Garau, un barrio con posibilidades que parece estar condenado al abandono

El origen

Según comentan las autoras, el objetivo del libro es la recuperación de la memoria popular del barrio, así como de su importante tejido industrial, divulgar sus orígenes, de La Paloma a Pere Garau, su pasado, presente y la preocupación por su futuro. «Y es que con este libro –señala Magdalena-, el lector descubrirá aspectos desconocidos del barrio y la existencia de un pasado de peso cultural». El origen de este trabajo responde a la necesidad personal de González de reivindicar la historia de la casa familiar de sus antepasados sobre la que hoy se alza el Hotel Nou Baleares.

Según nos cuenta, ella siempre conoció el edificio cerrado hasta que un día, al pasar por delante, vio que se iban a realizar obras. «Contacté con el arquitecto, y así fue como en 2019 conseguí entrar y rememorar en primera persona las historias familiares que me contaba mi madre. Fue entonces cuando decidí recopilar información y nació así la idea de hacer un libro». Una idea a la que se sumó Cristina Llorente, persona muy sensibilizada con la conservación del barrio. «Fue a raíz de la invitación que me hizo para participar en el documental que ella producía, Pere Garau amb ulls de dona, cuando decidimos seguir juntas el proyecto que ahora hemos visto hecho realidad».

El pasado del barrio

Las autoras reivindican la historia del barrio con un pasado comercial, industrial y cultural importante que cuenta, además, con un mercado emblemático y fábricas como la de Anís La Paloma, de Suau, que dio nombre al barrio; Ses Sedes; locales de zapatos como Calzados Martorell y Botas Tony Mora; y la fábrica de baldosas hidráulicas, Gaspar Guasp. Sus 25 modelos producidos se pueden contemplar hoy colocados, a modo de mosaico, en el suelo del restaurante Boira del Hotel Nou Baleares, artífice de la existencia de este libro, el cual originariamente, y antes de ser hostal fue Can Boira, casa familiar de Catalina Quetgles y Gaspar Guasp, los bisabuelos de Magdalena González. Ellos encargaron el diseño del edificio al arquitecto Jaume Alenyà, en cuyos bajos estaba la oficina de ventas de su fábrica, situada en la calle Lluís Martí.

La Cultura, presente

El libro nos recuerda que Pere Garau acogió a numerosas personalidades como Josep Maria Llompart, Encarna Viñas, Miquel Fullana, Andreu Llodrà, autor de los frescos de la iglesia Sant Josep Obrer; el historiador Mascaró Pasarius; el actor Joan Maria Melis; la actriz Maruja Alfaro y Carmen Maura, también muy relacionada con el barrio. Sin olvidar a otros personajes destacados, tales como el boxeador y campeón de lucha libre, Jim Oliver, que participó en los Juegos Olímpicos de verano (1948) celebrados en Londres; las cantantes Estrellita de Palma, Marta Christel, Ina Sassi, conocida como la Gilda mallorquína; los hermanos Queta & Teo; el cantante Llorenç Santamaría y Pau Riba, sin dejar de lado tampoco la muy buena relación que tuvieron con el barrio las ‘tacañonas’, hermanas Hurtado del famoso programa Un, dos, tres, responda otra vez.

El futuro

Las autoras reivindican también que un barrio privilegiado como es Pere Garau, a un paso del centro de la ciudad y a pocos minutos a pie del mar, y con una densidad de población tan alta como la que tiene, merece unos equipamientos culturales a la altura de su pasado y de las necesidades de su presente, como un Centro Cultural con un auditorio para conferencias, presentaciones de libros y conciertos, además de una coral y un grupo de teatro. «No olvidemos - señala- que fuimos el barrio con más cines de Palma: cinco». También es necesario contar con una instalación deportiva para fomentar el deporte, además de zonas verdes, una biblioteca mucho más grande de la conseguida después de tantos años de espera, y el centro de salud en condiciones, prometido también en tantas ocasiones. Y es que Pere Garau -apostillan las autoras del libro- al contar con grandes espacios, tiene unas posibilidades inmensas, pero sin embargo está absolutamente condenado a un abandono por parte de la administración, lo que le aboca a su degradación

Y lo peor de todo: temen que la inacción y poca visión de futuro de la Administración respecto a Pere Garau haga de efecto llamada a fondos extranjeros, que están esperando para descubrir este diamante en bruto y construir en él, expulsando al vecindario como ha sucedido en otros barrios. De ahí que ambas insten a las instituciones para que atiendan las necesidades de Pere Garau antes que sea demasiado tarde. Pues ahí queda eso. ¡Ah! y lean el libro.