Desde 2019, Baleares cuenta con recursos para hacer frente al suicidio

Así que contactamos con Nicole, que nos citó en su lugar de trabajo, en el IB-Salut que hay detrás del edificio de Hacienda, el de toda la vida, pues, además de funcionaria –o estatutaria– del mismo, es la coordinadora autonómica para la Prevención del Suicidio de les Illes Baleares.

O sea, que estamos frente a la persona que es la mejor para que nos hable de este asunto, hasta hace unos años prácticamente tabú –dicen que no se hablaba del suicidio por el efecto llamada que pudiera producir–, y que hoy ocurre lo contrario: como medida preventiva, no solo se ha de divulgar, sino que, además, contar con qué medios se dispone para ello, y a dónde acudir.

Y como Nicole es una mujer muy puntual... Pues a la hora en que habíamos quedado, allí que estaba esperándonos. Tras las presentaciones de rigor, optamos por ir a conversar en la terraza de un bar próximo, sentados frente a dos cortados, con algo más de una hora por delante...

Suicidas y supervivientes

Nuestra intención era hablar sobre el suicidio, más que nada para seguir mentalizando a la gente de que sigue estando a la orden el día. Es más, que sigue siendo el líder en cuanto a muertes no naturales, por encima –bastante– de las de Tráfico. Por tanto, hemos de ir andando ojo avizor con él.

Sin embargo, y a medida que íbamos hablando, ella nos fue llevando hacia lo que ahora mismo es de sumo interés respecto al suicidio: la prevención del mismo. O mejor, de cómo está montado en Balears todo lo que gira en torno a la prevención del suicidio, lo cual se remonta al 2018.

Pero, antes que eso, nos deja claro que noviembre no es el mes de la prevención del suicidio, como alguien dijo.

«Pero lo que sí se celebra en noviembre es el día del superviviente, que es cómo se llama a la persona, o personas, que ha perdido a un ser querido por suicidio, y cuyo duelo es muy duro».

«Y lo es por tres causas… O porque ese duelo es un triple duelo –matiza–. Uno –especifica–, porque pierdes a un ser querido. Dos, porque lo pierdes de una manera repentina y trágica. Y tres, porque es una muerte muy estigmatizada. Y es que las personas de tu entorno, familiares y amigos rehuyen hacerte preguntas, lo que da lugar a un silencio que es muy doloroso. Te bloquea y te cuesta mucho pedir ayuda. Porque… ¿Dónde…? ¿A quién…? Nicole echa mano de su móvil y, tras hallar lo que busca, nos dice que hay recursos de ayuda, como la asociación de familiares AFASIB, cuyo teléfono es el 657716340, o si no, al 681925893 del programa (Des)Integrades, que ha puesto en marcha AFASIB y la asociación 3Salutmental. Bueno, marcando los móviles que le he dado, te guían y te ayudan».

La pandemia y el suicidio

Y en cuánto a las causas del suicidio, lo tiene muy claro:

«Las causas son múltiples. Tras la pandemia ha aumentado mucho el malestar emocional, lo cual ha incrementado las conductas que engloban las autolesiones, la ideación suicida y las tentativas de suicidio. Los efectos colaterales de la pandemia han causado en nosotros verdaderos estragos emocionales de todo tipo, que con el paso del tiempo han ido aflorando… Entre estar encerrado en casa sin poder salir, a veces compartiendo techo con un maltratador físico o emocional, o ambos, o viendo que un ser querido muere solo, sin que puedas acompañarle, o que tu economía se resquebraja por no poder atender tu negocio, por no poder acudir a él… Y únele, además, que veníamos de superar la crisis del 2008. Y todo eso genera tal descontrol emocional, que puede convertirse en un factor de riesgo. Porque está claro –apostilla– que nadie quiere morir, sino dejar de sufrir», explica Nicole. Y por eso, como sociedad, tenemos la obligación de ofrecer otras salidas.

Medidas adoptadas

Vale. Eso está claro, pero… ¿Qué medidas hay, si es que las hay, para prevenir o hacer frente al suicidio, y más cuando hoy, por lo que vemos, está a la orden del día, empezando por los colegios y las escuelas…?

Campo de acción

«Pues, desde 2018, haciendo realidad la decisión que tomó la OMS en 2014, referente a que la prevención del suicidio tenía que ser un imperativo global, funciona en Balears la Coordinación Autonómica para la prevención del suicidio, al frente de la cual estoy yo. Y para ampliar el campo de acción, en la Conselleria de Salut recientemente se ha creado una Dirección General de Salud Mental, con el propósito de dar mayor empuje a lo que estamos haciendo al respecto, que no es poco, pues, entre otros, tenemos equipos en todos los hospitales de la Isla para ofrecer un tratamiento rápido y especializado de la conducta suicida, así como protocolos en los centros de salud de las islas, centros de protección de menores, también en todos los centros escolares, todo con el fin de identificar a adultos y a menores con ideación suicida o que hayan hecho una tentativa. Hemos ofrecido formación y preparado a los educadores para la detección y primer abordaje, en el caso de los centros escolares –y seguimos haciéndolo–, teniendo, además en todos los centros un protocolo de actuación coordinado directamente con salud».

Abundando en lo que dice, Nicole añade «que cualquier persona que se encuentre mal, o que esté con alguien que esté sufriendo una crisis, puede llamar al 112, al 061, al Teléfono de la Esperanza (971461112), que cuentan con personal más que cualificado para abordar este tipo de situaciones. También pueden acudir a las urgencias hospitalarias o a su centro de salud».

Pues ya veis que, en prevención del suicidio, el archipiélago balear está más que preparado para, cuanto menos, controlarlo dentro de un orden, cosa que hace cinco años era prácticamente imposible. Y lo más importante: que la Conselleria sigue trabajando en ello.