Albà en mitad de un espectáculo.

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Cuánto podemos contar solo con las manos. Enmarcado en las Nits d’Estiu de CaixaForum Palma, cinco veladas temáticas en que monólogos, conciertos y artes escénicas giran en torno al humor, el movimiento, el ritmo o el circo, y que se celebran todos los jueves de este mes, el director de teatro, actor, clown y titiritero Guillem Albà (Vilanova i la Geltrú, 1985), presenta esta tarde en el centro cultural, a las 21 y 22.30 horas, Ma Solitud, una obra íntima donde las manos son protagonistas y con la que, desde que empezó a girar en noviembre de 2022, ha ganado premios como el de la Millor Interpretació en la Fira de Titelles de Lleida o el Mejor Espectáculo en la Feira Iberica de Teatro Fundao, en Portugal.

«Es difícil explicar de qué va el espectáculo, juega con lo poético. Es una sensación, un estado, y cada uno puede hacer su propio viaje. El título de la obra resume su significado: habla de la soledad, pero de una agradable y deseada. Es un viaje emocional para el público, donde se pueden reir y emocionar», sostiene Albà, que desarrolla este breve espectáculo, de 25 minutos, en contacto directo con los espectadores. «En el espectáculo quería jugar con el público, tenerlo cerca, para poder mirarlo a los ojos o hacer pequeños gestos con las manos. Y siempre he usado marionetas, pero no tanto como en Ma Solitud. Era un reto para mí», añade el actor, que mantiene el espectáculo minimalista, utilizando el mínimo de elementos posibles.

De familia de titiriteros, Albà recuerda una infancia de largos ensayos, días de furgoneta, noches de bolo, «era algo muy natural, y con 13 años ya les ayudaba como técnico. Es un trabajo muy artesanal, y siempre en equipo. Nos consideramos, más que artistas, trabajadores del espectáculo», afirma Albà.
Se pasa mucho tiempo con la marioneta, se convierte en una vía de expresión, ¿qué relación puede llegar a entablarse con el objeto?. «Lo estoy descubriendo con Ma Solitud. A través de las marionetas puedes explicar cosas, a nivel visual, que no puede lograr un actor. También alcanzo un estado diferente sobre el escenario. De alguna ma- nera dejo de ser el protagonista. Paso a un segundo plano y la atención se va a la marioneta. Es bonito ver como, aunque se desvele el truco, aunque todos sean conscientes de que yo decido cada movimiento, puedan emocionarse por lo que le pasa a una marioneta. Es algo que mis padres hicieron siempre, y que replico ahora», explica Albà, quien está rodando por todos los continentes con este espectáculo y volverá a la Isla en octubre, para ofrecer Ma Solitud en la FIET de Vilafranca de Bonany.