Deepak Chopra, durante la entrevista para Última Hora. | Jaume Morey

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Ha publicado más de 90 libros, traducidos a 40 idiomas, y cuenta con millones de seguidores en todo el mundo. De padre cardiólogo, Deepak Chopra (Nueva Delhi, 1947) estudió Medicina y llegó a Estados Unidos en 1970, donde se dedicó durante años a la medicina convencional. En los años 90, después de conocer al yogui Maharishi Mahesh, fundador de la meditación trascendental, dejó su trabajo como endocrino por el estrés que le generaba su oficio, y por creer que no se consideraba al paciente en toda su complejidad. Desde entonces ha dedicado su vida a la medicina integrativa, y a expandir el yoga y la meditación en todo el planeta.

¿Cómo podemos mejorar un mundo tan polarizado?
—¿Dónde están los movimientos sociales surgidos en los años 60 y 70? ¿A dónde nos llevaron? El activismo no funciona. La única solución es que cada individuo sea el cambio que desea en el mundo. Hemos de convertirnos en el cambio. La gente debe experimentar que todos estamos conectados y que el bienestar de aquel a quien llamas ‘enemigo’ también afecta a tu bienestar.

¿Cuál es el objetivo del yoga?
—El yoga es el camino para entrar en contacto contigo mismo, más allá del cuerpo, la mente y la experiencia; el camino a la iluminación. Pero se debe empezar por algún sitio, ya sea dejar de fumar, adelgazar o verse mejor. También sabemos que el yoga frena el envejecimiento y favorece la longevidad.

¿La paz interior está al alcance de todo el mundo?
—Sí. El estado fundamental del ser es la paz. La gente utiliza la expresión ‘peace of mind', cuando es un oxímoron. La mente siempre está en conflicto, experimenta los contrastes de la vida. Se debe ir más allá de la mente para encontrar la paz. Solo existe el camino de la meditación y, una vez te conoces a ti mismo, eres incapaz de ejercer la violencia.

Si no podemos confiar en los cinco sentidos, ¿cómo conocer la realidad?
—Lo que experimentamos a través de los sentidos no es la realidad, es solo una proyección. Las experiencias son inaprensibles y están en cambio constante. Lo que no varía es quién vive la experiencia. La clave está en ir más allá de la mente, en busca de la paz. Si lo hace la gente suficiente viviremos en un mundo más pacífico, sano, sostenible y feliz.

Afirma que debemos ‘abrazar la ambigüedad’, la dualidad de la vida...
—La dualidad es la expresión de nuestra mente. Quién eres tú, tu identidad, es independiente de esa dualidad. Cualquier parte del cuerpo puede ir más allá de la mente. Por ejemplo, los chakras son centros de consciencia. La tradición Yogui ha aceptado esas puertas de enlace durante miles de años. Ahora que el yoga y la meditación se han convertido en un movimiento de masas, hagamos que los artistas cuenten esta nueva historia. La ciencia se centra en la mente, el arte se centra en el alma. La clave para la sociedad se encuentra en el arte.

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Recibí una educación cristiana, y observo que su discurso guarda ciertas similitudes...
—Sí. La Biblia da algunas pistas. Cuando Moisés le pregunta su nombre a Dios, le responde: «Yo Soy el que Soy». O cuando Jesús le dice a sus discípulos: «El que quiera venir en pos de mí, que cargue su cruz y que me siga»; o cuando, en la cruz, clama: «Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», un sentimiento tratado en la Noche oscura del alma, de San Juan de la Cruz. O cuando dice: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Son tres ideas propias del viaje que todos tenemos que realizar de forma individual. Jesús comprende la contradicción y la paradoja; es un buen ejemplo de la búsqueda de la unidad de la consciencia.

El farmacólogo y psicólogo francés Émile Coué dijo que, «cuando la imaginación y la fuerza de voluntad están en conflicto, siempre gana la imaginación».
—Todo lo que experimentas, incluso esta entrevista, es una imaginación. El peor uso de la imaginación es el estrés, y el mejor, el amor y la creatividad.

Pero, ¿es necesario creer con firmeza en quién quieres ser?
—Debes experimentarlo. Creer y tener fe son cosas diferentes. La creencia encubre y expresa inseguridad. Pero la fe es la certeza de lo invisible, y permite que lo visible sea posible. Por eso Jesús habla más de la fe que de la creencia.

¿Cómo aconsejaría a alguien que quiere empezar a meditar?
—Es muy simple. Que empiecen sentándose dos o tres minutos sin hacer nada, con los ojos cerrados. Si te sientes cómodo, observa tu respiración durante cinco minutos. Si sigues sintiéndote cómodo, practica un mantra. Tómate algunos momentos al día, antes de ir a dormir, y pregúntate qué quieres y qué deseas. Si empiezas a preguntar, acabarás obteniendo las respuestas.

¿Cómo cree que afectan las redes sociales a la expresión de nuestra identidad?
—Estamos sacrificando nuestra identidad por el selfie. Volviendo al cristianismo, «¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?». Hemos perdido nuestra alma. Pero podemos utilizar la tecnología para recuperarla, porque la tecnología es neutra.

¿Cómo?
—A través del servicio, la comunidad consciente y la práctica espiritual.

Punto de vista

Viaje a la autorrealización

El Castillo Hotel Son Vida fue ayer el escenario donde Deepak Chopra presentó a nivel nacional su último libro, Living in the light: Yoga for Self-Realization, escrito en colaboración con Sarah Platt-Finger, y que presenta un programa práctico de 30 días, «en el que una exploración profunda de cincuenta posturas estimulantes y restauradoras de yoga nos permiten romper hábitos limitantes y sistemas de creencias, logrando unir mente, cuerpo y alma».

Acompañado por Mariana Salinas, fundadora de la empresa de estilo de vida consciente Sadhana Works, encargada de traerle a Mallorca y que busca posicionar la Isla como el destino estrella de turismo de bienestar en el Mediterráneo, el autor comentó aspectos de la publicación y contestó a las preguntas del público asistente que, ataviado con níveos conjuntos de lino, llegó de países de todo el mundo, especialmente de Estados Unidos, para escuchar a su maestro.

«La autorrealización consiste en saber quién eres realmente, y ese el principal propósito del yoga», explicó Chopra, que enfatizó que nuestra identidad va más allá del cuerpo, la mente o la personalidad, aspectos que se encuentran en constante evolución a lo largo de nuestra vida. «Eres tu consciencia: esta no tiene ni forma ni límites, es infinita. Hoy la gente dice: no soy religioso, sino espiritual. ¿Qué significa eso? Es la misma experiencia trascendental: no existe la muerte, no existe el sufrimiento. Como decía el poeta Sufí Rumi, eres la gota en el océano y el océano en la gota, todo al mismo tiempo».