Aires d'Andratx, detenidos en el tiempo

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«El cerdo no permite que nada se desperdicie, se aprovecha todo, y se trata del más hermoso ejemplo de voracidad generosa [...]. Goza en Mallorca de derechos y de prerrogativas que jamás se pensó, hasta entonces, en ofrecer a los hombres», así caricaturizaba George Sand la relación entre el cerdo y la sociedad mallorquina en Un hiver à Majorque (1841). Más allá de la antipatía que sentía hacia la sociedad isleña, Sand acertó al señalar el valor del animal, que aseguraba el alimento de todo el año.

Entre el 24 de abril y el 7 de mayo, se celebra en Zamora el Festival Multimedia de Indumentaria Tradicional, un evento dedicado a ensalzar la riqueza de la tradición textil en el vestir popular. Bajo el título Ritual, esta edición está centrada en aquellos atuendos que protagonizan los rituales que marcan los ciclos vitales y festivos de la rueda del año. En el congreso se hablará de la roba de matances, de lo que se encargarán Miquel Matas, Macià Tomàs y Juan Cruz, integrantes de Aires d’Andratx, agrupación dedicada a la recuperación y divulgación de la música y danza mallorquina y, en especial, de la indumentaria tradicional.

«Si pensamos en dos productos gastronómicos asociados a la Isla, son la sobrassada y la ensaimada. Y qué mejor carta de presentación que explicar el trabajo y la indumentaria necesaria para conseguirlos. Es un orgullo participar en este congreso, somos el primer grupo de Balears al que han invitado. Escogimos la roba de matances porque es ropa de trabajo. En el festival se mostrará mucha ropa de lujo, y queremos demostrar que lo más bueno no siempre es lo más especial», aseguran los autores que, en 2019, culminaron su pasión por el patrimonio textil con la publicación de Avior, el nostre patrimoni tèxtil.

Entre todas las piezas que formaban los conjuntos, una destaca sobre las demás: «El cànyom de matances es la pieza más representativa del rito, imprescindible para participar y asistir a la fiesta. Lo llevaban mujeres y hombres, aunque el suyo era un delantal más basto, de roba de sac y sin ningún tipo de decoración. El femenino era de trapo y con listas rojas bordadas. También lo portaban niñas e invitadas, aunque no trabajasen. Otra prenda asociada a la fiesta son los maneguins; ambas piezas se vistieron hasta el último cuarto del siglo XX», aseguran. El resto de indumentaria era la del día a día, excepto en el caso de las invitadas, «que se arreglaban algo más, dentro del contexto. Por ejemplo, podían vestir ropa más nueva o de mayor calidad, pero no iban cargadas de sedas o cordoncillos».

El público podrá observar dos conjuntos en el Teatro Ramos Carrión, que acogerá la exposición Vistiendo el Rito, una muestra que reúne cerca de cuarenta conjuntos de indumentaria y joyería popular, que datan entre los siglos XVIII y XX, y originarios de León, Huesca, A Coruña, Zamora, Toledo, Salamanca, Cerdeña y Balears. Por otro lado, el 6 de mayo, a las 18 horas, Miquel Matas, Macià Tomàs y Juan Cruz impartirán la conferencia Vestir para el rito, el trabajo y la fiesta. Las matances mallorquinas, durante la que desfilarán miembros de Aires d’Andratx para enseñar las prendas. «Todavía se asocia Mallorca a turismo, sol y playa. Tenemos una historia y un patrimonio muy desconocido en la Península, y también en la propia Isla», concluyen.