Joan Isern, que junto a su hermana Joana dirige este horno, explica a los pequeños cómo se hornean los ‘crespells’. | Julián Aguirre

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Siguiendo la tradicional receta de la sencilla elaboración de los crespells, los escolares de Educación Infantil del Col·legi Santíssima Trinitat, de Palma, elaboraron los típicos dulces en el aula. Algunos, los más mayores, ya lo habían hecho en alguna ocasión en casa con sus abuelos o padres, otros por el contrario era la primera vez que amasaban la harina, agua, azúcar, manteca, zumo de naranja, una tacita de aceite y rayaban el limón para, posteriormente darles formas con los moldes.

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Así pues, estrellas, lunas y corazones fueron depositados en bandejas, listas para hornear. Un último paso que se realizaría, tras la merienda, en el emblemático Forn de La Concepció, junto al centro escolar. Joan Isern y su hermana, Joana María, siguen los pasos de su padre en este horno que data de 1902.

«Mi padre, que trabajaba aquí desde los 16 años, se quedó con el negocio en 1971 y nosotros seguimos con la elaboración artesanal en este horno de piedra», comenta Joan. Doce minutos más tarde los alumnos recogieron los crespells y los empaquetaron, junto a la receta, para llevar y comer en casa.