Gintare Urbutyte junto a ‘Buddy’, un simpático labrador. | Pilar Pellicer

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Fue en la década de los 70 la primera vez que William Wegman retrató a su perro, un hermoso ejemplar de Braco de Weimar. Cada toma mostraba al animal en distintas estancias de la casa. No tardó ‘Man Ray’, nombre del can, en hacerse famoso gracias a su forma de posar. Aquellos retratos le humanizaban, incorporando grandes dosis de humor. La técnica del fotógrafo de Massachusetts parece reproducirse en Gintare Urbutyte, una lituana afincada en la Isla cuya obra se caracteriza por su gran colorido y resolución, tomas realizadas con una delicada iluminación natural y una composición muy estudiada. Como Wegman, nuestra protagonista se ha especializado en la fotografía de mascotas (@mallorcadogphotographer).

Sus imágenes van más allá del mero retrato, provocan sensaciones muy especiales al contemplar la actitud y pose de los animales. Es como si la artista indagara en la psicología del animal para arrancarle una mirada fija al objetivo. Observen las tomas que ilustran esta página y reparen en la expresión serena y pacífica de los animales. Asegura la autora que los perros no se sienten incómodos durante las sesiones, «cuando llegan al estudio dejo que se familiaricen con el entorno. Mientras, el dueño y yo tomamos un café y le voy preguntando cosas sobre el animal. Al final comienzo a interactuar con él hasta que consigo que me haga caso, y si es necesario le doy una chuche», relata Gintare. Quien explota sus cualidades de ‘encantadora de perros’ para meterse al animal en el bolsillo. Es imprescindible que en el momento que tome la foto el animal esté inmóvil, por ello «a veces también es necesaria la interacción del dueño».

Sensibilidad

Gintare Urbutyte es lo que en castizo se conoce como ‘un parto bien aprovechado’. Se desenvuelve con fluidez en cinco idiomas, es una excelente conversadora y su sensibilidad y delicados modos los aplica a un arte que picó su curiosidad «cuando vivía en Inglaterra». Fue en la académica ciudad de Cambridge donde «comencé a amar esta forma de contemplar la vida, que me acompaña allá donde esté». Y la ha acompañado allende los mares. Tras abandonar Reino Unido puso rumbo a Los Ángeles, una ciudad dura pero repleta de oportunidades, allí se desempeñó en la industria del cine de animación como «coordinadora de producción, mi equipo trabajaba con el estudio Lionsgate preparando películas en 3D». Su carácter inquieto la empujó a abandonar la meca del cine y trasladarse a Mallorca, donde residían su madre y hermana.

‘El mejor amigo’
‘El mejor amigo’.

Reconoce que en la Isla ha encontrado su hogar, «aunque aquí el trabajo está más limitado que en Londres o Los Angeles, la verdad es que la cultura, los edificios y la gente me gustan más, esto es un paraíso». Nuestra charla discurre en su estudio palmesano, mientras, afuera arrecian 7 grados. ¡Hace un frío casi luterano!, como exclamaba Francisco de Quevedo al capitán Alatriste en la novela de Pérez-Reverte.

Pero Gintare Urbutyte está tan pancha, «nací en Lituania, allí en esta época del año están a -10 grados». Afirma que asomarse a la ventana le insufla energía, «en mi país o en Inglaterra miras por la ventana y te da un bajón, aquí ves el sol y te contagias de alegría». Su joie de vivre sí que es contagiosa.

A su estudio llegan animales de toda la Isla, que superan su timidez inicial con carantoñas para acabar rendidos a su objetivo, al que reservan la mejor de sus perrunas sonrisas. Si Robert Redford le susurraba a los caballos en aquella cinta donde asomaba una imberbe Scarlet Johansson, créanme que nuestra protagonista sabe también cómo ‘susurrarle’ a los canes. Lo demuestra con ‘Buddy’, un adorable labrador que no para quieto, zarandeando la cola compulsivamente hasta que nuestra tierna domadora le desliza unas palabras... et voilà!, se sienta sobre sus cuartos traseros, inmutable como ‘la estatua del jardín botánico’ de Radio Futura. Good boy, good boy le desliza mientras dispara el objetivo.

Aunque está especializada en perros, la fotógrafa no cierra las puertas a otro tipo de ‘cuadrípedos’, «para mí no hay diferencias entre mascotas, aunque la verdad es que los gatos son más huidizos». Su target de clientes son «mujeres de más de cuarenta años, sobre todo extranjeras aunque cada vez vienen más mallorquines».