El 'hit' de la colombiana ha polarizado el público entre los defensores de Piqué y los de la cantante.

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A solo un mes de comenzar el año, este 2023 ya cuenta con una canción identitaria. El tema que sacó Shakira con Bizarrap, Music Sessions #53, ha arrasado en visitas -superando a Despechá, de Rosalía- en cuestión de horas-. No solo ha acumulado millones de reproducciones en las plataformas online. La resonancia del hit del momento ha trascendido al mundo offline, monopolizando conversaciones entre amigos, en el trabajo, y sobre el que se animaron a comentar incluso figuras públicas de distintas esferas, desde la cantante Aitana, pasando por el streamer Ibai Llanos y hasta la presidenta balear, Francina Armengol. La psicóloga especialista en separaciones de pareja Margalida Serra (Muro, 1982) y la experta en marketing digital y redes sociales Patricia Bárcena (Palma, 1984) analizan las claves del éxito de una canción ante la que todo el mundo parece haberse postulado a favor o en contra ¿Por qué ocurre?

Shakira y el Marketing Emocional

Desde la agencia de marketing y relaciones públicas Global Media PR atribuyen el éxito de Shakira a una estrategia de marketing emocional bien implementada, en la que su público se identifica emocionalmente con la letra de sus canciones. A lo largo de su carrera, la colombiana ha utilizado de manera magistral esta estrategia para promocionar sus canciones, muchas de las cuales se han convertido en himnos para representar situaciones de amor y dolor, inspiradas en sus propias relaciones. Shakira se vale de situaciones comunes y vivencias personales para hacer una canción. Canciones que, además de ser pegadizas, llevan un mensaje muy emocional, fácil de reconocer y comprender, que el público siente como propias. El marketing emocional se centra en cuatro emociones básicas: la tristeza, enfado o asco, sorpresa o miedo y felicidad y busca crear una conexión significativa y afectiva: un vínculo que permita la identificación entre la marca y el consumidor final. «Cualquiera puede sentirse identificado, porque a todos nos puede pasar esta misma situación», concluye como fórmula para la fortuna Margalida Serra, psicóloga jurídica y experta en relaciones y separaciones de pareja. «Todos empatizamos, porque, además de que todos nos hemos sentido también ninguneados alguna vez, el hecho de que el mensaje lo emita Shakira, una figura pública y cuya infidelidad también fue de dominio público, provoca una mayor implicación del público: «Vemos a una famosa pegando un cop de puny, empoderada. Da mucha fuerza a la audiencia. A muchos les hubiera gustado actuar así en situaciones parecidas, gritar a los cuatro vientos cómo se sentían».

Nuevos canales digitales

«Ha sido una jugada estratégica y muy buena, desde el punto de vista de la comunicación, porque ha sabido cambiar la perspectiva de mujer engañada a una empoderada 'que factura», explica la experta en redes Patricia Bárcena. Apunta a tres factores como posibles catapultores del hit: el interés por las personas públicas, el uso efectivo de las nuevas plataformas digitales y lo pegadizo del tema. «Se ha hablado de que el boom se ha debido a una estrategia de marketing, pero yo diría que han sido más relaciones públicas. Antes comprábamos revistas del corazón, ahora los artistas tienen sus propias redes sociales y pueden contar ellos mismos su relato de los hechos. Ella jugó su papel, haciendo lo que ella sabe, canciones. En vez de dar una exclusiva a luna revista del corazón ha transmitido su mensaje a través de su música y utilizando muy bien los nuevos canales de los que dispone». Precisamente, Bárcena pone el foco en las plataformas digitales: pese a que la tendencia en redes por la canción fue por la expectación previa tras la sonada ruptura, la canción ganó fama por el debate y la reproducción continua en internet. Lanzó su tema utilizando las redes y ahí, explica, se han relacionado coreografías a la canción, animando a los usuarios a utilizar el tema para la generación de su propio contenido, ya sea como fondo de un stories o tiktok, haciendo uno de los bailes o con cualquier otro apoyo.

Fases del duelo

La psicóloga Marga Serra identifica el estado emocional de Shakira en consonancia como la «fase de rabia». En las rupturas desaparece una figura muy importante en la vida de uno, al igual que cuando fallece un ser querido. Por tanto, el afectado transcurre también por las denominadas «fases del duelo». Tras la fase de negación (una incredulidad a que la pareja nos haya dejado o una firme convicción de que volverá) probablemente, supone Serra, la colombiana cante ahora desde la rabia o el enfado: «Está en fase de rabia, de salvar su autoestima tras una humillación pública». Desde este punto, como muchos de sus pacientes, a Shakira le tocará, a su debido tiempo, afrontar los estados de negociación, de tristeza y, finalmente, de aceptación.

La canción la considera a medio camino entre un «circo mediático» y «una salida hacia adelante, un intento de pasar página. Lo ha hecho de forma mediática, porque la traición de Piqué y su consiguiente humillación fue también pública». En cuanto a la respuesta del futbolista -«Este reloj es para toda la vida», comentaba de un Casio en alusión a Clara Chía o conduciendo un Twingo-, Serra percibe una defensa de los ataques un tanto infantil y le recomendaría «dejar patalear un poco más a Shakira. Pasar una ruptura con una humillación pública y sin pareja es muy duro», defiende. ¿Y las repercusiones que pueda tener la canción hacia los niños? Serra lo tiene claro: «Estoy convencida de que les afecta más el clima hostil que debe de haber en casa que el que salga o no una canción». Bárcena aprovecha para alertar de que los adultos y personas públicos son ejemplo de muchas generaciones jóvenes y «si esto ha funcionado pensamos que es la técnica adecuada. Hay que dejar claro a los jóvenes de que las redes sociales no son el canal donde transmitir los sentimientos, ni positivos ni negativos, cuando se acaba una relación».