El pequeño Héctor.

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«Sobrepasada». Así se siente Isabel Ruiz ante la lluvia de solidaridad que ha recibido la campaña que impulsó para poder comprar un nuevo andador a su hijo de cuatro años, Héctor, que tiene discapacidad y al que se lo robaron hace unos meses. El caminador estaba valorado en 4.000 euros y parecía difícil reunir una suma de dinero tan alta; sin embargo, la participación ha sido tan grande que se ha superado en tiempo récord.  Este diario informó el jueves pasado que en el colegio La Purísima de Palma, donde estudia el niño, instalaría al día siguiente un puesto para ayudar a recaudar el dinero con la venta de camisetas, sudaderas, bolsas de tela o tazas.   

Un hombre quiso donar 500 euros, mientras que varios lectores alemanes del Mallorca Magazin, del Grup Serra, se pusuieron en contacto con el diario para saber cómo poder contribuir. Uno estaba dispuesto a dar 1.000 euros y otro incluso quería sufragar todo el coste del caminador.  «Ha sido un éxito y todo el dinero sobrante irá para las necesidades de Héctor, que son muy costosas», dice Ruiz, que ya ha podido comprar un nuevo andador. De hecho, ha sido tanta la gente que se ha sumado a la iniciativa que ya hay otro punto de venta en el colegio. La madre agradece muchísmo el apoyo recibido por la dirección del centro y la gente que ha colaborado.

Nuevo proyecto

El éxito de la campaña solidaria ha animado a Isabel Ruiz a emprender una iniciativa que no solo beneficie a su hijo. «Estamos gestando una asociación para ayudar a las familias que tienen hijos con necesidades especiales», explica, aunque el nuevo proyecto todavía se encuentra en una etapa embrionaria. Por el momento, Isabel gestiona la cuenta de Instagram @h.deheroe, en la que publica imágenes de Héctor, que nació con una malformación congénita en el sistema nervioso central debido a un virus llamado citomegalovirus. A causa de ello tiene parálisis cerebral, por lo que necesita ayuda técnica para poder caminar. Cabe recordar que el robo del andador tuvo lugar alrededor de las 4.30 horas de un domingo del pasado julio en la avenida de San Fernando de Palma.