Los niños acapararon la atención en la noche de Halloween. En la imagen, en primer plano, un pequeño intenta asustar a la cámara. | J. Aguirre / P. Bota

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La primera noche de Halloween sin restricciones tras la pandemia se vive la noche de este lunes con intensidad. Una multitud de fantasmas, brujas y otros monstruos, de todas las edades, comenzaron a deambular por las calles de toda Mallorca al caer el sol. Al mismo tiempo, la Nit de les Ànimes planta cara y se hace oír para intentar conservar la tradición mallorquina de Tots Sants. Halloween o la noche de los muertos vivientes, desde hace dos décadas, reúne más adeptos y simpatizantes en la Isla. Palma se ha llenado de niños disfrazados entrando en pequeños comercios y preguntando, tímidamente, «¿truco o trato?». «Pasamos a los locales que tienen alguna decoración de Halloween o en los que los dependientes se acercan con caramelos para dar a los niños», comentaba un padre que acompañaba a sus hijos y un grupo de amigos por la calle Blanquerna.

Papás y mamás del colegio  Costa i Llobera y otro grupo del colegio El Terrero paseaban con los niños en busca de algo de ambiente. Eduardo Prados, propietario de ferretería Blanquerna, ha recibido a estos pequeños ‘monstruos’. «Desde hace ya tiempo preparo bolsas de caramelos. Cada año son más», comenta. Bea y Miguel se han disfrazado de payasos asesinos con su hija Lola y los mellizos, Carmen y Santi. La barriada de Son Ferriol es una de las más populares en la noche de Halloween, hasta donde se desplazan incluso vecinos de otros barrios, donde hay muchas casas decoradas con telarañas, tumbas y esqueletos colgando. Lo mismo ocurre en las zonas de Bahía Grande, Son Verí y Maioris, entre muchas otras.

En Marratxí, concretamente en el Pont d’Inca Nou, también hay gran ambiente de miedo y diversión. Bàrbara Nicolau decora su casa desde hace veinte años. «Fui de las primeras. Todo empezó con un viaje que hice con mi marido a Disneyland París y cada año voy incorporando más decoraciones, tanto para el interior como el exterior». Otros vecinos del Pont d’Inca, Martín y Antonia, reciben a los pequeños disfrazados. «Hemos preparado más de cincuenta bolsas de caramelos. Las hacemos nosotros y ponemos una variedad de golosinas», comenta Antonia.

Antigua tradición mallorquina

A diferencia de Halloween, la Nit de les Ànimes es una festividad con más tradición en Mallorca pero menos popular, entre las nuevas generaciones, aunque en los últimos años algunas entidades vecinales intentan impulsar la celebración animando a los jóvenes a participar. El párroco Tomeu Suau, de la iglesia de sa Indioteria, organiza desde hace cinco años esta celebración. «Hacemos un pequeño pasacalles por la barriada, con velas encendidas, y luego volvemos a la plaza de la iglesia y comemos unos buñuelos recién hechos. Se trata de convertir las penas en alegría».

Las discotecas y locales de ocio también han visto en Halloween un buen reclamo para reunir a sus noctámbulos en una noche de terror y fiesta.