El aumento de la caída de pelo en otoño forma parte del ciclo natural.

TW
0

Si bien es cierto que tradicionalmente el cabello humano se renueva más en otoño que en otras épocas del año, el cambio climático está afectando al ciclo natural de la caída y renovación del pelo que habitualmente se acentuaba en estas fechas. Así, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), de un tiempo a esta parte, cada vez son más las personas que notan los síntomas ya a finales de verano (entre agosto y septiembre).

Los expertos explican que, tal y como ocurre con las hojas de los árboles o con el pelo de nuestras mascotas, los humanos también tenemos un ciclo natural de caída y renovación de nuestra cabellera. Aunque hay especies de animales que cambian todo su pelo de golpe, en los humanos el fenómeno es progresivo y se produce todos los meses del año. Solo hay una excepción, la de los recién nacidos que a los tres o cuatro meses de edad pierden prácticamente toda la 'pelusa' con la que nacieron para dejar paso al pelo nuevo.

Se calcula que los adultos siempre tenemos entre un 10 y un 15 % de nuestro cabello en proceso de renovación. Pasan unos tres meses desde que un pelo muere hasta que sale su suplente. Por lo tanto los cabellos que perdemos ahora murieron la pasada primavera, es un proceso natural vinculado a los cambios de temperatura. De media renovamos 100 cabellos a diario, aunque esta cifra se puede duplicar en otoño. La caída del cabello no es motivo de preocupación siempre que no notemos una pérdida grave de densidad o se aprecien calvas. Lo habitual es que tras la muerte y caída de un pelo nazca un nuevo cabello en el plazo máximo de tres meses sin necesidad de aplicar medidas extraordinarias como lociones capilares o aumentar la ingesta de vitaminas.