Aunque algo más delgado, Jürgen y Nati, su mujer, ya están en casa.

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Jürgen Lakhal regresó a casa tras su sexta operación de colon a causa de un cáncer que le detectaron hace cinco años y cuatro meses. O mejor, su séptima operación, pues esta vez, tras una primera intervención, a los cuatro días, a causa de unos desarreglos que le detectaron, le tuvieron que practicar otra. «Fueron momentos difíciles, pero todo ya pasó, y puedo contarlo –nos decía anoche, recién llegado a casa–. ¿Que cómo ha sido esta vez…? Digamos que es como si hubiera estado haciendo un curso intensivo de marine norteamericano. Dos operaciones, alimentándome a través de dos máquinas, una me mandaba los antibióticos y otra la comida. Para colmo, tenía que ir al váter, y a causa de las diarreas, varias veces al día, y en según que momentos, a toda prisa. Y ya no te cuento cómo han sido mis noches. Sin embargo, lo he superado… Aunque, a decir verdad, a punto de quedar dormido en la segunda operación, le dije a mi mujer que ’si no te veo más, espero verte en la próxima vida que nos toque’. Y es que lo veía muy mal, pero… Bueno, todo pasó y ya estoy en casa con 240 puntos en una cicatriz que se ha hecho muy grande».

Empezando por Nati, su mujer, todo el mundo está sorprendido gratamente de la capacidad de recuperación de Jürgen. Siete operaciones en su cuerpo y, sin embargo, ahí le tienen dispuesto a seguir viviendo. Es más, ya sueña con volver a pasear, «aunque no podré ir al Castell de Bellver, ya que lo cierran a las ocho de la tarde, y antes, con el calor que hace, no se puede ir a ninguna parte. Pero me buscaré otra ruta al anochecer. Tal vez el Paseo Marítimo… ¡Ah!, y sigo tomando el aceite de cannabis medicinal. Y ahora tengo una dieta para ir fortaleciéndome a base de cualquier cosa excepto legumbres, verduras, fruta, grasas… Nati tiene la lista que, como siempre hago, voy a respetar. Y otra cosa: una vez repuesto del todo, vamos a irnos de viaje a Suiza para disfrutar de sus balnearios, donde esperamos que nos mimen. Que sobre todo a mi mujer, con lo que ha sufrido, bien se lo merece».

Otra de las cosas que tiene ganas de retomar Jürgen es el contacto con    sus amigos, ‘los luchadores’, personas que padecen cáncer, «con los que habla casi a diario, animándoles y dejando que ellos me animen a mí. Sí, tengo muchas ganas de reanudar nuestros contactos, de contarnos nuestras experiencias…». Lo de Jürgen, de cómo se recupera de las operaciones que le hacen, no es ciencia ficción, sino realidad. En ello tiene que ver, sin duda, su organismo, su fuerza de voluntad y sus ganas de vivir. «Y es que no me queda otra que confiar en la Medicina, en los médicos, en tu familia y en tus ganas de vivir. Eso recomiendo que lo hagan las personas que padecen lo que yo. ¡Ah! Y que tengan fe».

Entrada en la piscina del protagonista que recordaremos durante mucho tiempo.

Martín y la piscina

El pasado miércoles, en el Teatre Principal d’Inca, a las 20,30 horas, se proyectó la película dirigida por Martín Garrido Confinados, rodada íntegramente en Inca, durante la pandemia. De ahí que su presentación en Mallorca haya sido en dicha ciudad. Es una película en la que destacaríamos varios momentos, sobre todo el de cuando el personaje encarnado por Martín entra en la piscina casera. Sus gestos, producidos por la reacción del contacto cuerpo-agua, que se supone fría, son espectaculares. Son de esos que dejan marcado al actor como buen actor. Sí, porque eso solo lo puede hacer un buen actor. Si a    Jack Nicholson le dejó marcado la imagen del hacha, de la película El resplandor, o la de Mejor imposible, a Martín, entre otras cosas, se le recordará por esas imágenes. Las de la retórica que echa mano para entrar en la piscina.

El cartel de la película ‘Confinados’.

Por lo demás, recordar que Confinados, producida por Gabriel Morell, se estrenó en noviembre pasado, en Madrid, y luego fue proyectada en otros 25 cines de la capital, lo cual, sin duda, no dejó de ser una proeza. Eso, además de que fue la primera película que se rodó durante la pandemia, después del confinamiento domiciliario. En principio, el protagonista fue Xisco Ródenas, que rodó durante dos semanas, pero se puso enfermo y tuvo que hacer su papel Garrido, por lo cual se tuvo que volver a rodar todo desde el principio. ¿Que dónde se hizo el rodaje? En una casa de Inca, durante cinco semanas. Los actores fueron Beatriz Barón, Carlos Magnusson, Viky Álvarez, Toni Balach, Anna Berenguer, Ángel Cortés, Joan Ferragut, Martín Garrido Ramis, Andrea Jonsdottir, Dania Cortés    y Margalida Vives.

Nerea Real pasó la eliminatoria.

Idol Kids

Pensamos que según qué programas de Telecinco son como el Guadiana al ver cómo, de pronto y sin más, desaparecen, para reaparecer cuando nadie se lo espera. Este ha sido el caso de Idol Kids, que tras un parón que ha sufrido durante varios meses, ha vuelto a escena. Anteayer, entre las cantantes-concursantes, se encontraba la mallorquina Nerea Real, que cantando el tema de Malú Deshazte de mí, cantado e interpretado muy bien, dicho sea de paso, se clasificó para la semifinal, que disputará dentro de dos o tres semanas. ¡Suerte, pues!. Nerea es una cantante de 16 años recién cumplidos, que estudia 4º de ESO, y que, pase lo que pase en Idol Kids, su intención es    seguir cantando. De hecho va a grabar muy pronto una bachata, cuyo título, de momento, no conocemos. Pese a su juventud, Nerea es una cantante con ciertas tablas y    experiencia a sus espaldas, ya que, al ser hija del cantante Juan Real, desde muy pequeña le ha acompañado en alguna de sus actuaciones, ya sea en Trui Teatre como en el teatro de la ONCE, y en restaurantes donde amenizaba las cenas. ¡Pues mucha suerte, guapa!