Parte de la histórica portada de aquel 1 de agosto de 1978. | Joan Torres

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El próximo 1 de agosto se cumplirán 48 años que Ultima Hora, de la mano de Pere A. Serra, arrancó una nueva etapa. Recordamos –porque éramos uno de la partida– que la cabecera estrenó nueva sección (El Discreto encanto de la vida), y que una de las noticias más destacadas en primera plana hacía referencia a la subida de coste de la vida.

De ese modo comenzaba una nueva etapa, un diario que con el paso del tiempo nada tendría que ver con el que había sido hasta el día anterior. Sí, porque llegamos saliendo por las tardes, con una tirada bajísima, y siendo colistas destacados. Y eso sucedía, no porque los compañeros de entonces fueran malos, ¡todo lo contrario!, sino más bien por el enfoque que tenía el rotativo, que además llegaba al lector por las tardes, cuando todo el pescado noticiable estaba más que vendido por los diarios de la mañana.

Por eso, Pere A. Serra le dio el vuelco, convirtiéndole en madrugador, y al mismo tiempo, popular y noticiable, desde lo local a lo internacional, pasando por lo nacional, e implantando, además, la norma de «allí donde haya un mallorquín, allí estará Ultima Hora». Como así fue, pues a partir de ahí comenzamos a viajar, no solo acompañando a los equipos de la Isla en sus desplazamientos –que ya se hacía en la anterior etapa–, sino a viajar a donde hubiera un mallorquín. O algo que tuviera que ver con Mallorca.

Recordamos que Pere A. Serra nos solía reunir un par de veces al mes en el restaurante Túnel, sito en el túnel que hay junto a la calle Apuntadors de Palma. Allí, durante la cena, nos marcaba las pautas a seguir… «Mirad –nos decía–, para pagaros cada mes necesito que entre dinero, y el dinero entrará a través de la publicidad, y para que haya anuncios, el diario ha de dar muchas noticias. Por tanto, salid a la calle y buscad esas noticias… Y tampoco olvidéis nuestro compromiso con los lectores y la sociedad mallorquina, su cultura y sus valores».

TBO... Pero te veo y te leo

Y así lo hicimos. Y así nació ‘El espíritu del Túnel’, que nos marcó para siempre. Porque la Facultad forma, pero quien hace al periodista es la calle, o el contacto con la gente que está en ella, o próximo a ella. Desde aquel 1 de agosto de 1974, han sido muchos los compañeros que han pasado por estas cuatro paredes, primero ubicadas en la parte opuesta del Passeig Mallorca, y después donde estamos ahora –sin olvidar la redacción de noche que tuvimos durante unos años en las dependencias del Majorca Daily Bulletin, sito en un callejón de San Felio–, y todos estaremos de acuerdo que con Ultima Hora, de la mano de Pere A. Serra, cambió la forma de hacer periodismo en la Isla. Puede que por ello nos tildaran de sensacionalistas y nos llamaran TBO, pero… «Sí, sí, TBO… TBO, TBO… Pero mañana te compro y te leo», pensábamos muchos de los que hacíamos el diario. Y es que algo estaba sucediendo, como lo demostró el hecho de que antes de que hubieran transcurrido cinco años, habíamos pasado de la última posición a la primera –consulten, si no, el OJD desde entonces hasta nuestros días–, donde nos hemos eternizado.

Servidor se ha pasado muchas horas de su vida en Ultima Hora. Desde luego más de las que ha pasado en casa   con los suyos. Pero ha valido la pena, sobre todo por el buen rollo que hemos encontrado entre la gente con la que hemos trabajado. Y porque más del 80 % de las experiencias que hemos vivido, y personas, anónimas e ilustres, que hemos conocido, entrevistado y tratado, además de los viajes que hemos hecho por todo el mundo, haciendo bueno lo de que «allí donde haya un mallorquín –o una ciudad llamada Palma–, ahí debe de estar Ultima Hora…». Pues todo esto, que no ha sido poco, no hubiera sido posible sin haber estado en este diario. El que refundó Pere A. Serra. Entonces… ¿entendéis por qué hay fechas, como la del 1 de agosto, que jamás olvidamos, ni olvidaremos nunca? Como tampoco olvidaremos a la gente con la que trabajamos durante tantos años y que ya no están.