Los dermatólogos recomiendan que los adultos se echen crema solar cada dos horas. Sin embargo, se debe aplicar con más asiduidad si hablamos de la piel de los niños y las niñas al ser más delicada. En este caso, aconsejan a los padres que apliquen la crema solar cada hora o en cada baño largo que hagan los más pequeños de la casa. | Pixabay

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Con la llegada del buen tiempo, muchas personas aprovechan para disfrutar de un perfecto día de playa. Sombrilla, comida, toalla, agua, gorra, bañador o bikini y chanclas son el kit necesario para pasar horas bajo los rayos del sol. Entre todos lo que se necesita antes de salir de casa, uno de los productos que no puede faltar en tu cesta playera es la protección solar, y más si se tienen niños en casa. Y es precisamente en esta época cuando debemos tomar conciencia de protegernos más la piel. A pesar de que los efectos nocivos de las radiaciones solares -quemaduras, el fotoenvejecimiento, las manchas o, a largo plazo, el cáncer de piel- son conocidos por casi todos, muchas personas tienen dudas sobre si están utilizando correctamente la protección solar. ¿Puedo utilizar la crema del año pasado? ¿Sirve la protección solar infantil en un adulto? ¿Y en un niño la crema de un adulto? Hoy te traemos las respuestas a estas dos últimas preguntas.

Aunque los protectores solares para adultos parecen a primera vista iguales que los indicados para niños, hay una serie de diferencias que hay que tener en cuenta:

1. Alcohol

Las cremas solares para adultos sí utilizan alcohol, perfumes y conservantes, en cambio, en la de los niños el porcentaje es más bajo, o directamente no contiene. ¿Por qué? Para evitar la sequedad de la piel o las reacciones alérgicas. Además, en general, las infantiles son más resistentes al agua.

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2. Cobertura en la piel

El temido 'efecto blanquecino' que odian las personas mayores es uno de los factores a tener en cuenta en las protecciones solares infantiles. Esto es debido a que las cremas pediátricas suelen tener mayor porcentaje de filtros físicos que químicos. A diferencia de la de los más pequeños, los productos de adultos utilizan mayor proporción de filtros orgánicos, que contrarrestan este efecto y así pasa más desapercibido. Además, conviene usar cremas con un alto Índice de Factor de Protección Solar (FPS). Los dermatólogos aconsejan utilizar el factor 50. Si no es posible porque ya se ha comprado el producto sin saber este detalle, los expertos afirman que el mínimo de 30 también es una buena opción, pero que nunca con un índice inferior a 15.

3. Aplicación

Los dermatólogos recomiendan que los adultos se echen crema solar cada dos horas. Sin embargo, el tiempo cambia si hablamos de la piel de los niños al ser más vulnerable. En este caso, aconsejan a los padres que apliquen la crema solar cada hora o en cada baño largo que hagan los más pequeños de la casa.

Ahora que se sabe las diferencias entre la piel infantil y la de los adultos y sus respectivas cremas, ¿un adulto puede utilizar la protección solar infantil? Sí, pero no al revés. Es importante conocer que no hay problema en que los adultos empleen la de los niños, pero no al contrario. Esto es porque los menores tienen un sistema inmune menos desarrollado, la epidermis es más fina y producen menos melanina, por lo que puede aumentar el riesgo de irritación y/o reacción alérgica. Por lo tanto, para no tener varias cremas solares en casa, la opción más económica es usar un protector solar infantil para toda la familia con buen factor de protección.