Papel de aluminio o film transparente: ¿qué utilizar en cada caso?

El papel de aluminio son placas finas de metal prensado. Esto permite mantener casi hermético todo aquello que se envuelve, sin estar en contacto con el oxígeno. Además, aunque, al ser opaco, no podemos ver qué hay en su interior, esta característica puede ser interesante cuando, precisamente, lo que se busca es mantener productos guarecidos de la luz del sol. Otra propiedad a tener en cuenta: también aísla olores. Sí, mejor optar por envolver el queso manchego o rockefort en papel de aluminio. Y el mismo envoltorio tenemos que escoger para guardar en la nevera alimentos de olores fuertes como guisos o pescados.

También protege de la humedad, por lo que evita el desarrollo de bacterias y microorganismos. He ahí el porqué de envolver el típico bocata en papel de aluminio: así se evita que se reblandezca. Además, es el único de los dos papeles que se puede usar en el horno. En estos casos, ayuda a mantener el calor y ayuda en gran medida en la preparación. Por eso las patatas al horno con mantequilla están deliciosas y salen blanditas si se envuelven en este papel metálico.

En cuanto a la segunda opción... el film transparente está fabricado con cloruro de polivinilo y poliestireno de baja densidad. Una de sus principales ventajas es que podemos ver el contenido que hemos guardado. Al contrario que el papel de aluminio, el film sí se puede usar en microondas, aunque no en horno. Y, en la nevera, el film es perfecto para envolver frutas y verduras frescas, como medio limón, frutos rojos o medio tomate. La acidez de su jugo puede reaccionar con el papel de aluminio provocando una sustancia azulada un tanto desagradable. Además, es más maleable, por lo que se ajusta mejor a la forma de los alimentos.

En cuanto a temas de ecologismo y sostenibilidad... ¿cuál es la solución más «eco-friendly»? En realidad, ninguno de los dos. Los expertos recomiendan optar para aquellos preocupados por el medio ambiente por otras opciones, como envases reutilizables (la típica fiambrera) o nuevas opciones como plásticos reutilizables para cubrir contenedores. Aunque, si hay que elegir, la opción menos mala, aunque no lo parezca, es el film transparente. Y es que el el papel de aluminio es muy contaminante debido a que su principal componente, la bauxita, requiere ingentes cantidades de energía para procesarla. Durante este proceso se liberan muchos gases y líquidos contaminantes. Eso sí, el papel de plástico tampoco se libra. Aunque el proceso de elaboración contamina un 88% menos que el del papel de aluminio, el simple trozo para envolver un plato tarda centenares de años en degradarse.

Conclusiones

• El papel de aluminio: para el horno y en la nevera, para aislar olores y mantener productos herméticos, lejos de la luz. Se puede utilizar en el horno, pero no en el microondas.
• El film transparente: para envolver frutas y verduras frescas en la nevera, alimentos o preparados que formen costra o para guardar aquello que queramos mantener al alcance de la vista. Luz verde para meterlo en el micro, pero no en le horno.
• En el congelador se pueden usar los dos. La elección dependerá de las peculiaridades del producto a conservar.
• Para ayudar en la lucha contra la contaminación y el cambio climático, mejor optar por guardar los productos en fiambrera u optar por nuevas opciones.