Pedro Ruiz en la terraza del Hotel Catalonia Majorica, en Palma. | Teresa Ayuga

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Con la misma claridad mental de siempre llegó este viernes a Palma Pedro Ruiz (Barcelona, 1947) para grabar una canción suya junto a Jaume Sureda para un disco del cantante mallorquín. «Compuse A Joan Manuel Serrat hace 35 años. Sólo la canté el día que la grabé y luego otra vez en televisión. Me hace mucha ilusión que Jaume (Sureda), a quien no conocía personalmente, se haya fijado en ella.Componer y escribir poemas son dos de las actividades que más me gusta hacer».

Catalán de nacimiento, hace muchos años que vive en Madrid, de donde niega que haya huido despavorido viendo el panorama político de la comunidad. «Me tiene sin cuidado lo que pasa. Es una versión más de la Humanidad del ‘quítate tú que me pongo yo’. Pasa cada día en todos los ámbitos y seguirá pasando. Somos un chimpancé, no damos para más», explica quien fuera el primer presentador, hace 50 años, y autor del título del mítico programa EstudioEstadio. «Estuve sólo 11 meses porque la dirección de TVE, que era del Opus Dei, no me dejó compaginar el programa con una función teatral. EnEstudio Estadio recibí una lección de vida. Cuando llegó Navidad, no cabían en casa de mis padres los regalos que recibía en forma de cestas con jamones, licores, turrones... A las siguientes Navidades, cuando ya no estaba en el programa, sólo recibí una botella de vino del RCDEspanyol. Ahí me di cuenta de cómo funciona el mundo». Esta experiencia no le hizo ser simpatizante de los ‘periquitos’ ni de ningún otro equipo y se jacta de no haber votado nunca. «Si no me votaría a mí, ¿cómo voy a votar a otro?», argumenta.

Meros altavoces

Ruiz critica la televisión de entretenimiento que se está haciendo en la actualidad. «Hay mucha autocensura. Y la gran mayoría de los conductores de los programas no son más que altavoces de lo que quieren sus jefes. Para mí sólo hay tres autores: Jordi Évole, Iker Jiménez yJesús Calleja». El comunicador reconoce que ahora no podría decir su celebérrimo ‘Qué buena estás, Carolina’. «Ahora tendría que decir ‘Qué inteligente eres, Carolina’. Una de las mayores diferencias es que ahora se tiene que especificar que lo que se hace es comedia, cuando antes no hacía falta. Yo soy un elemento de la Transición y por ese entonces todos empujábamos hacia la luz y ahora todos lo hacen hacia la sombra. Hemos de recuperar la concordia, porque si no nos caeremos todos por el agujero».

La última ocasión en la que acudió a Palma para presentar un espectáculo fue hace cinco años con Eterno. «A ver si cuando pase todo esto puedo regresar de nuevo.E n contra de alguno pensaba, la pandemia nos ha hecho más tristes, timoratos y quisquillosos con alma de policía. Necesitamos más luz que acabe con este tiempo de sombras». Ruiz asegura que se siente muy satisfecho de su trayectoria «no por lo que he hecho, sino por los amigos que tengo sin importar su ideología.Soy igual de amigo de Serrat como de Raphael, de Juan Diego como de Sabina o de Norma Duval como de David Trueba. Por ejemplo, en Testamento, uno de mis libros, el prólogo es de Alfonso Ussía y el epílogo de Jordi Évole.Soy transversal».

Hiperactivo, asegura que trabaja más cuando está fuera de los focos. «Me levanto y cada día del año me tiro a la piscina haciendo un mortal y medio. Después escribo, compongo canciones y poemas, cada día voy al cine y al teatro y hablo con mucha gente». Sobre su vuelta a la pequeña pantalla, dice: «Hay conversaciones que no tienen mala pinta», y para acabar, no quiere despedirse sin hablar de Mallorca. «La descubrí cuando tenía 18 años, y durante muchos años he alquilado un barco y durante más de un mes recorría todas las Islas.Esto es un paraíso».