Los miembros de la Capella de Música de Santa Eulàlia posan en la escalinata de la iglesia.

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Antes de arrancar con el recital pedirán al público que no aplauda sus piezas, «esta música se aleja del ego del artista. Persigue la introspección y la relajación; su fin es espiritual, no meramente estético», afirma la soprano Gloria Berón, directora de la Capella de Música de Santa Eulàlia y la Schola Gregoriana. Ambas corales ofrecen este viernes, 17 de diciembre, a las 20.00 horas, un concierto solidario en la iglesia de Santa Eulàlia a beneficio de DARE Home, un hogar de niñas rescatadas de la estación del tren en Varanasi, al norte de India.

Este será el concierto de presentación de la Schola Gregoriana, fundada cuatro meses atrás. «El párroco Antoni Dols, que esta semana será nombrado canónigo de la Seu, le presta mucha atención a la música. Gracias a él pudimos armar este coro. Los integrantes no tienen por qué ser católicos, pero sí se requiere cierta inquietud espiritual para interpretar esta música», afirma Berón quien, tras formarse en el Teatro Colón, en Buenos Aires, fue cantante de ópera durante tres décadas.

La Schola Gregoriana se presenta en sociedad con este concierto.

DARE Home acoge a cuarenta niñas en Varanasi,

al norte de la India.

La Schola Gregoriana está compuesta por 17 hombres y une voces de tres generaciones: el benjamín tiene 16 años y el mayor cuenta con 70 años. «La música gregoriana fue compuesta para voces masculinas y seguimos con la tradición. Junto a las voces femeninas de la Capella de Música de Santa Eulàlia se creará una polifonía». Su prioridad es servir a la liturgia; todos los sábados cantan en la misa del mediodía de la iglesia de Santa Eulàlia, y realizan dos conciertos al año, «siempre con un fin benéfico, no nos gustan los conciertos porque sí». En el concierto de este viernes, de una hora de duración, interpretarán música litúrgica, cantos gregorianos y un repertorio navideño, con muchas piezas mallorquinas. Participarán un total de 48 voces y contarán con la inestimable colaboración del organista Tomeu Veny, quien hasta su reciente jubilación tocaba el órgano de la Seu, y la pianista Carmina Ripoll.