El equipo del local. | Click

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Cristian Balta, que nació en Rumanía en 1990, en 2004 se desplazó a Madrid, donde estuvo viviendo durante 15 años desempeñando su labor profesional como barman. Hace unos años se vino a Mallorca, donde hasta hace poco estuvo trabajando como barman en el Nicolás Cocktail Bar, en la Plaça des Mercat. Por una serie de circunstancias, dejó este establecimiento, asociándose con la que hasta entonces había sido su jefa, Gabriela, y otros dos socios, abriendo el Aga Bar, en la calle Fábrica. En realidad es un cóctel-bar, que abre por las tardes-noches, desde las 16.00 horas hasta el cierre oficial, y que se ha especializado en lo que se denomina destilados de agave.

El agave, y aquí abrimos paréntesis, es una planta suculenta de la que los mexicanos extraen, entre otros, el mescal, el sofol, la raicilla, la bacanora y el tequila. Cerrando el paréntesis, seguimos: aparte de cócteles con destilados de agave, en el Aga Bar te puedes tomar todo tipo de cócteles tradicionales y bebidas a tu gusto. Además, es un lugar en el que se está bien, hay gente, buen ambiente, con una decoración que delata que ahí dentro hay algo de México, entre otros, el campeón de lucha libre –sin duda, uno de los grandes espectáculo de aquel país, con grandes figuras– Blue Demon, pintado en una de sus paredes, con la mascarilla y un atuendo más apropiado para ir de fiesta que para subirse al ring a disputar una pelea, y donde, de vez en cuando Cristian saca su faceta de bartender para servirte lo que pides, haciendo que las botellas, generalmente de destilados de agave,    vuelen por los aires, pasando de una de sus manos a la otra sin que se le caigan, antes de servirte parte de su contenido, o de introducirlo en la coctelera para elaborar el combinado que le has pedido.

Gabriela, socia de Balta.

Brillante palmarés

Porque Balta, en eso de hacer bailar las botellas en el aire, acompañado de alguna que otra acrobacia, es un maestro, prueba de ello es que fue llamado por Pablo Motos para que en su Hormiguero televisivo hiciera una exhibición, que hizo, y muy bien por cierto, en la que invitó a participar a Pilar Rubio, que aceptó encantada, pues se apunta a un bombardeo. En su palmarés figuran grandes logros: campeón panamericano en la categoría de flairbartending; campeón de España de Flair Bartending ABE (2016); subcampeón de España de FlairBartending ABE (2017 y 2018), subcampeón panamericano en la categoría de Flair Bartending (2018). Además de todo eso, lo cual no es poco, es nivel violeta (purple) de la World Flair Association - WFA.

Cristian Balta, del Nicolás, es campeón en la categoría Flair Bartending internacional

Balta, rumano residente en Palma, es un excelente barman, capaz de hacer verdaderos malabarismo con las botellas.

Buena pesca

Lolo Garner es un empresario especializado en robótica, muy conocido por sus trabajos, sobre todo en hostelería –tanto en Mallorca como en otros puntos de España y en la República Dominicana–, además de constructor de grandes esculturas en acero, cuya imagen va cambiando según el lugar desde donde las miras. Pues bien, hoy –y suponemos que durante un tiempo–, Lolo se encuentra en Samaná (República Dominicana), adonde suele viajar cuando sus ocupaciones se lo permiten, o sus obligaciones profesionales le obligan. Porque, como decimos, trabaja con empresas dominicanas.

Lolo pasa unos días en la República Dominicana, ocupando parte de su tiempo con la pesca.

Y aunque curra mucho, el tiempo libre lo dedica a dos pasiones: la pesca y la gastronomía. Y… pues para que veamos que no pierde el tiempo, desde la barca donde está pescando nos envía unas imágenes de las piezas que ha conseguido y que no es otra que la de un espectacular calamar casi tan grande como él, que te lo encuentras buceando y echas a correr del susto que te da. Pues bien, Lolo nos dice que vayamos, con un ruego: «Tráete las cervezas, pues de la comida –nos muestra una vez más el calamar– me encargo yo». Por cierto, a Lolo le hemos mandado el móvil de Toni El Simio, que sigue viviendo felizmente en Santo Domingo, para que le llame, se conozcan y charlen un rato.

Calendario solidario

Guillem Darder, 87 años de edad, solleric, pintor, comparte su vida con una compañera, vive de alquiler, no anda muy allá de ahorros y, para colmo, la pandemia ha abortado los intentos por exponer, porque, con el desbarajuste que hay, ¿quién va a ver hoy una exposición, salvo el artista y sus amigos, vamos, los de siempre…? Pues eso, que vive de la pensión, imaginamos que pequeña, pues otros ingresos no tiene. Afortunadamente, todo lo demás le rueda bien. Se cayó por la escalera, por lo que tuvo que ser ingresado, pero ya está completamente recuperado. Como también lo está de la caída que tuvo por culpa del mal estado de la acera. Y en cuanto al corazón, pues también le funciona bien… Vamos, que no es que esté como Superman, pero va tirando.

El pintor Guillem Darder ha vuelto a hacer un calendario solidario.

Pero hoy no hacemos que Guillem se asome en esta sección por su salud, sino por lo buena persona que es. Porque por una serie de circunstancias ha tenido que dejar de hacer cosas que hacía… Excepto una: hacer un calendario con un dibujo suyo, como ha venido haciendo en los últimos años, pagarlo, repartirlo en bares próximos a donde vive, y lo que saque de la venta entregarlo a la lucha contra el cáncer. Eso solo lo hacen las buenas personas, como él. Y es que no hay mayor riqueza que ayudar al que tiene menos que tú, o al que está peor que tú.