Elegancia sobre el mar. Innovación, practicidad, espacio y comodidad han sido las pautas seguidas por Carlos Vidal para crear esta embarcación, premiada por los mayores expertos del sector, sin sacrificar un barco dedicado a la convivencia y el placer de navegar. La BMA x277 cuenta con 8,10 metros de eslora, 2,55 de manga y un tanque de 350 litros. Puede llevar un motor de 200CV, uno de 350CV o dos de 200 CV.

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Carlos Vidal Vijande (Palma, 1987) ha vivido rodeado de barcos toda su vida. Su padre tiene una empresa náutica, pero no era un mundo por el que sintiera especial atracción en sus años escolares. «Tras ir al Queen’s College, y sin saber muy bien a qué dedicarme después, estudié en Barcelona Ingeniería técnica en diseño industrial, cuya idea es poner de acuerdo a diseñadores de producto con los ingenieros; es decir, a quien tiene la idea y a quien tiene que hacer que funcione».

Carlos Vidal Vijande

Sin embargo, fue gracias a un curso de un programa 3D que incluía una masterclass de diseño de barcos cuando se le despertó esa vocación oculta que había tenido tan a la vista toda su vida. «Empecé a estudiar Arquitectura naval en Southampton y al mes de comenzar, como la empresa de mi padre es importadora para España de las lanchas semirrígidas Zar y estaban ideando una de unos 8 metros, me lancé y les propuse un diseño, que les gustó tanto que acabaron desechando su idea inicial», explica.

Nada más acabar la carrera, en 2012, se fue al sur de Milán a trabajar, pero también le dio tiempo a cursar un máster en transporte y diseño de automóvil en el Politécnico de Milán. Desde entonces ha desarrollado muchas embarcaciones tanto para Zar, como para otras náuticas italianas y uno de sus últimos diseños, una BMA x277 de 8’10 metros ha sido premiada por Confindustria de Italia, que aglutina a los presidentes de las principales empresas del sector, y el Salón Náutico de Génova, uno de los más importantes de Europa, con el premio Design Innovation en la categoría de embarcaciones hasta 10 metros.
Ahora mismo, Vidal lleva el diseño de cinco astilleros: Zar, Zar Mini, Canelli, BMA «y otra que es nueva que no puedo desvelar». Vidal reconoce que un sueño sería diseñar para Riva. «El problema es que es una marca tan italiana que veo casi imposible que haya un diseñador de otro país, en este caso un español. Y por una parte me parece bien que sea así. Casi prefiero más irme a un astillero que está creciendo o que quiere dar un cambio de rumbo a sus diseños».

Zar es la marca más importante en el mundo de las semirrígidas. Estas embarcaciones de recreo constan de un tubular, o flotador, fijado a un casco de fibra de vidrio. «Sus ventajas radican en una mayor estabilidad y permiten una navegación más deportiva con un diseño que permite cortar mejor las olas. Dentro de este segmento las hay más sencillas y más completas y las Zar están en el segmento alto», explica. Vidal añade que cuanto más pequeña es la embarcación más difícil es el trabajo «porque cada milímetro cuenta». Para trabajar, siempre pone música y si puede ser rock progresivo mucho mejor. «De hecho, me voy en unos días a Newcastle a ver el último concierto de Genesis, que es mi grupo favorito». Vidal siente una especial predilección por los catamaranes y entre ellos, el Sun Reef 80, que es el modelo que tiene Rafael Nadal, es su preferido. «Si pudiera, me lo compraría. Lo tiene todo».

Tras su periplo italiano, ha establecido su base en Palma, aunque le toca viajar con frecuencia a Italia. «Tanto en Mallorca como en otros lugares de España hay muy buenas empresas de diseño de embarcaciones que no tienen nada que envidiar a otras de fuera». concluye.

El apunte

Zar de 13 metros como premio final de carrera

Como trabajo de final de carrera en 2012, Carlos Vidal diseñó una Zar de 13 metros, pero la llegada de la crisis paralizó el proyecto. Casi diez años más tarde, esta idea que tenía como gran objetivo combinar la comodidad y el espacio de un barco rígido con la deportividad y seguridad de una semirrígida para el uso diario, ha visto la luz. Las semirrígidas. «Antes eran unas embarcaciones pensadas mucho más para navegar de día, con unos espacios exteriores muy grandes, pero sin cuidar el interior porque los propietarios no se quedaban a dormir.Sin embargo, este diseño cuenta con dos camarotes, un baño y cocina que lo equiparan con las comodidades de una rígida», explica Vidal, quien tiene una exclusiva para diseñar barcas semirrígidas sólo para la firma Zar.