El artista, en la terraza del restaurante del hotel Es Príncep, donde se aloja. | Julián Aguirre

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Hombre polifacético, Aldo Comas es conocido como el marido de la actriz Macarena Gómez, además de empresario, músico y director de cine, pero desde hace poco más de un año destaca por su pasión por la pintura. El pasado fin de semana realizó, con éxito, su primera exposición en Ibiza y ahora se encuentra en Palma. «Se trata de una escala técnica, para ver amigos y dejar algunas obras que se verán en la próxima exposición que haré en la Isla, aunque aún no te puedo decir dónde, ni si será a final de agosto o principios de septiembre», comenta Aldo.

Unas horas que han cundido mucho, mediáticamente, ya que en redes sociales hemos visto cómo paseaba en calesa por el centro de Palma, guitarra en mano y cantando, así como haciéndose un tatuaje en el abdomen, con una frase que le escribía su amigo Domingo Zapata. «Sí, me alojo en el hotel Es Príncep, con el que tengo buena relación, y sobre lo del tatuaje, ya llevaba tiempo queriendo uno nuevo. Me quería tatuar un ancla en el brazo y al final me he tatuado una frase de Domingo, y me lo ha hecho Marta Coen, que tatúa en línea fina. Pone Kiss me like you miss me (bésame como si me echaras de menos)».

Cuando se le pregunta por si está viviendo uno de sus mejores momentos profesionales, Aldo lo tiene muy claro. «La verdad es que tengo mucho trabajo. Yo soy nuevo. No soy un pintor consagrado ni mucho menos, estoy aprendiendo de lo que hago y lucho por tener un pequeño puesto en el mundo del arte y demostrar que lo que estoy haciendo tiene sentido. Tengo claro que me voy a dedicar a esto pese a todas las vicisitudes que puedan surgir y estoy en un momento existencial extremadamente bello».

Sin duda, la pintura le ha cambiado la vida. «Bueno, se puede decir que me ha hecho abrazar el arte de una manera visceral. Y me convierto en un niño, estoy pintando con el corazón. Yo no tengo técnica, pinto con una cosa que se conecta directamente al corazón, la mano tiembla y cada trazo tiene un sentido».

El despertar, la pasión y el derroche de talento de Aldo Comas hacia la pintura ha provocado un gran cambio en su vida, tanto profesional como personal, ya que con Macarena Gómez se han cambiado de la ciudad al campo, a una granja donde cultivan un pequeño huerto. «Vivimos con una vaca, un cerdo, una cabra, una oveja, tres alpacas y un avestruz, y estoy pintando doce horas al día. He pasado de hacer 2.000 kilómetros por semana viajando por todas partes, a estar sentado durante tres horas para decidir si hago una línea azul o amarilla. Es una cosa loca, pero soy muy feliz».

Pero el lienzo no es el único material donde Aldo refleja su arte. «Desde pequeño ya pintaba mis ideas en el papel y el lienzo a través de pinceles y pinturas». También quiere dar forma de escultura a otros cuerpos, así como realizar ‘performances’. 

Zapata escribe en el abdomen de Aldo ‘Kiss me like you miss me’. Foto: INSTAGRAM