Diversos rincones sirven de inspiración a escritores, pintores y artistas.

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En el Santuario de Lluc existe un desconocido jardín con más de 300 especies diferentes de plantas. Se trata del Jardí Naturalista de la Flora balear Germà Macià creado hace más de 50 años por el padre Francesc de Bonafé y el hermano Macià Ripoll, para la comunidad religiosa de Lluc.

Un paraíso, de una hectárea de terreno, aproximadamente, recuperado por Milán Alcántara, técnico superior en paisajismo y medio rural, nacido en Alcúdia hace 26 años. Alcántara realizó prácticas de jardinería durante años junto a Macià Ripoll, fallecido hace un año. «Yo empecé las prácticas junto a Macià hace siete años. Era una persona abierta y muy divertida. Un maestro y gran amigo», confiesa con voz entrecortada y emocionado. Apasionado de la botánica, Milán Alcántara es el máximo responsable del jardín, desde hace tres años, con la ayuda de dos jardineros y grupos de voluntarios.

La visita es gratuita y durante el recorrido se aprecia una abundante vegetación endémica, autóctona y alóctona. «Se crean diversos microclimas y tenemos más de 300 especies de plantas diferentes, con especial atención a las Buxus balearica, Hippocrepis balearica, Taxus baccata entre otras». Uno de los árboles que sobresale entre la vegetación es un gigantesco roble. «Fue sembrado por semilla en el año 60 por Macià». El diseño del jardín, realizado en 1982, ofrece algunas zonas en las que se alcanza el 80 por ciento de humedad y el agua es el principal protagonista. Varios estanques acogen, además de plantas acuáticas, vida animal, con ranas, serpientes de agua y peces. La cultura también está presente en este particular paraíso donde brillan dos esculturas, una de la artista Remigia Caubet y otra de Pere Pujol. Un molino de agua, de unos dos metros de altura, ha sido restaurado por el carpintero del Santuari de Lluc, Biel Bennàssar, quien ultima los letreros, con código QR, que muy pronto se instalarán junto a las plantas y árboles para ofrecer una detallada información a los visitantes. El equipo de Milán Alcántara trabaja ahora en nuevas reparaciones, como una vieja caseta, destruida por la caída de un árbol, donde se realizarán talleres educativos y didácticos, donde los participantes además podrán sembrar y reforestar el jardín.

Antes de finalizar el recorrido, destaca el Arboretum, una zona donde hay una pequeña colección de árboles de todo el mundo.

Sin duda, un paraíso para pasear, descansar bajo la sombra de sus árboles o como inspiración para artistas, pintores y escritores.

JARDIN NATURALISTA DE LLUC.