Alejandra, trabajando en su taller donde realiza las piezas.

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Muchas son las horas que dedica a la confección de piezas de bisutería y lámparas de papel, tanto como la satisfacción personal y felicitación que recibe por cada una de sus creaciones. Alejandra Epifani, (Mendoza, Argentina, 1973) estudió Diseño Industrial, con orientación gráfica y especializada en Producto, en la Universidad Nacional de Cuyo.
Tras desplazarse en 2001 a Mallorca y trabajar en diferentes ámbitos y en tiendas de decoración, Alejandra sintió la necesidad de crear y comenzar de manera independiente su camino profesional.

Hace diez años abrió su propia marca, Cartonpia, basándose en piezas de bisutería, como pulseras, anillos, pendientes, broches, colgantes, gemelos, etc., de papel. «Me gusta la investigación y en especial del proceso del papel y cartón. Mis primeras creaciones fueron productos hechos con cartón, como sillas, mesas, etc., pero veía que no me motivaba porque no había color, todo era el marrón del cartón».

Su éxito llegó con la joyería de papel. «Son piezas exclusivas. Debido al color del papel no hay ninguna igual». Además de la venta online, o por Instagram, Alejandra tiene su puesto cara al público en el mercado de Sineu, todos los miércoles. «La gente se sorprende mucho cuando les dices que está hecho con papel de periódico o cartulina. Incluso aprecian más el trabajo cuando descubren cómo se hace». No hay mucho secreto, «es cuestión de paciencia y mucha dedicación, así como técnica».

ALEJANDRA, ARTESANA, JOYAS DE PAPEL.

Y esa técnica es la que conocieron ayer los asistentes al taller de lámparas de papel que impartió Alejandra Epifani. «En tres o cuatro horas los asistentes conocen y aprenden cómo es todo el proceso. Finalmente, se pueden llevar a su casa una lámpara terminada, de pequeño tamaño. Pero sobre todo descubren cómo hacerlo y luego cada uno ya hace sus creaciones y tamaños».