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MasterChef cumplió su programa número 200, una velada que pasará a la historia particular del conocido espacio culinario de La 1 de TVE por la expulsión de José María, el joven de Badajoz cuya historia personal cautivó a todos los telespectadores en la primera entrega. El chico, el aspirante más joven de la novena edición del talent gastronómico, se batió en la prueba final con Toni, el aspirante de Mallorca, y finalmente sucedió en la lista de eliminados a Jesús, el participante de mayor edad del programa.

La primera prueba de la noche tuvo como protagonista al rape, y los concursantes de Masterchef 9 contaron con la presencia de Ángel León, un asiduo visitante del programa en muchas de sus temporadas y conocido por su especial maña e interés gastronómico con todos los productos que nacen del mar.

En los exteriores se contó, como ya sucediera con el programa rodado en Palma a los pies de la Seu de Mallorca, con un componente solidario. Y es que los aspirantes cocinaron un menú para el Banco de Alimentos de Madrid, una tarea en la que contribuyeron el cantante Antonio Orozco y del exjugador de baloncesto Fernando Romay. En esta ocasión, y como dato inédito de celebración del 200 programa de Masterchef, los equipos no fueron capitaneados por sus integrantes, sino que los chefs Álvaro Castellanos e Iván Morales ejercieron dicha tarea.

En este punto ocurrió un momento curioso, en el que Ofelia dejó clara su predilección por Toni. «Me encanta», aseguró, un momento que la cuenta oficial del programa fijó en las redes sociales con el siguiente mensaje.

No obstante, la buena sintonia no garantizó el mejor trabajo, y como consecuencia del mismo se vieron las caras en la prueba de eliminación Toni, el representante mallorquín, con José María, Ofelia, Jiaping, María y Alicia. El reto fue cocinar una preparación a base de ave, a partir de los consejos de Ana Iglesias, ganadora de MasterChef 8, e Higinio Gómez, el pollero de las estrellas Michelin y encargado de abastecer hasta a 200 restaurantes de toda España.

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El mallorquín dispuso de veinte minutos menos que algunos de sus compañeros, y quizás eso explicó que suya fuera una de las presentaciones más deficientes. En el caso de José María, su pollo de corral quedó crudo y a juicio de los jueces Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samanta Vallejo-Nágera, mereció quedarse en este punto del programa. Con la salida de José María, las cocinas de Masterchef se llenaron de lágrimas, lo mismo que las redes sociales.

Muchos seguidores de este programa habían depositado esperanzas en él, a juzgar de las reacciones. Ya nadie cantará por Bad Gyal en las cocinas más seguidas de España.