En la tienda del convento se pueden adquirir todos los productos. | M. À. Cañellas

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Las jornadas parecen eternas entre los muros del Convento de Santa Clara de Palma, tal es el trasiego en el que están inmersas las quince hermanas clarisas que forman parte de esta comunidad de religiosas de clausura. El trabajo en la cocina se multiplica en Semana Santa porque son muchos los que quieren degustar sus exquisitas panades de carne y guisantes, de pasta dulce y salada, y los cocarrois de coliflor, y deleitarse con los crespells y robiols, que con tanto mimo elaboran siguiendo las recetas tradicionales que han llegado hasta el convento a través de antiguas familias palmesanas.

Respetando siempre el tiempo reservado a los rezos, a la misa diaria y al Santísimo, como aclara sor María Adoración, el trabajo en la cocina del convento arranca para algunas de las hermanas a las 7.30 horas, y a las 9 de la mañana ya están todas inmersas en unas rutinas culinarias perfectamente establecidas. La jornada puede prolongarse hasta las once de la noche. Cuatro de ellas son las ‘maestras cocineras’, sor Miriam, sor Trinidad, sor Nazaret (la más joven del convento, con 22 años) y sor María Adoración, y las ‘jefas’ del equipo de cocina son sor Sebastiana y sor Guanda. Otras cinco clarisas colaboran como ‘pinches’ preparando y pesando los ingredientes, y las cuatro hermanas más mayores son las que se encargan de empaquetar los productos. De la cocina del convento salen cada día unas 200 empanadas y otros tantos robiols, además de los crespells.

Amplio recetario

Pero esas no son las únicas delicias que las monjas clarisas ofrecen. De su cocina salen también cocas de yogur, quartos, tarta de Santa Clara, tarta de Santa Inés, tarta de queso con confitura, tarta de queso con crema, y tarta de tres chocolates, con las que ha ido creciendo el recetario del convento en los últimos años. Y ahora empieza la temporada de helados, con los sorbetes de limón y naranja, la crema de limón, helados de café, de chocolate, de almendra, de avellana, de nata con nuez caramelizada, y hasta de Baileys.
El pan es una reciente incorporación, y de su elaboración se encargan sor Sebastiana y sor Guanda, que utilizan masa madre y harina de xeixa procedente del Molí de Sant Antoni, de Manacor, y también producen otra variedad con espelta y un poco de centeno. De momento la elaboración de pan se limita a los fines de semana, y exige noches enteras de trabajo para que esté a punto a las ocho de la mañana, pero dado el aumento progresivo de la demanda, las clarisas no descartan ampliar los días de venta de pan.

El horario de la tienda, el único espacio al que se puede acceder en el convento de clausura, es amplio, de 9 a 15.00 horas y de 16.15 a 17.30 horas, de lunes a sábado, y los domingos de 9 a 11.30 horas y de 16.15 a 18.45. Pero también se pueden hacer encargos a través del whatsapp 690 238210.